“No es la última vez que el mundo se enfrentará a la amenaza de una pandemia. Según las estimaciones evolutivas, surgirá un nuevo virus que podría ser aún más contagioso y más mortal que el virus actual”, advirtió el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Este lunes durante una rueda de prensa indicó que este es el momento para las ideas, el compromiso y el liderazgo audaces, “para hacer cosas que nunca se han hecho antes”. Pidió que se elija una opción “entre la cooperación, la competencia o la confrontación. Si los más atrasados son los primeros en recibir ayuda, si los más débiles son los primeros en ser fortalecidos y si los más vulnerables son los primeros en ser protegidos, entonces todos ganamos”.
Durante su participación también dio a conocer que al menos 115,000 trabajadores sanitarios murieron de covid-19 desde el inicio de la pandemia.
“Muchos se han contagiado ellos mismos y, aunque los informes son escasos, calculamos que al menos 115.000 trabajadores sanitarios y de cuidados han pagado el precio último al servicio de otros”, agregó.
El titular de la OMS reiteró la denuncia sobre la “escandalosa desigualdad” de acceso a las vacunas en el mundo, que “perpetúa la pandemia” y explicó que más del 75 por ciento de todas las vacunas se han administrado en solo diez países.
“No hay forma diplomática de decirlo: un pequeño grupo de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas, controlan el destino del resto del mundo”, afirmó.
“El número de dosis administradas hasta ahora en todo el mundo habría sido suficiente para cubrir a todos los trabajadores sanitarios y a los ancianos, si se hubieran distribuido de forma equitativa”, añadió. Por lo que pidió a los Estados miembros un masivo impulso para vacunar al menos al 10 por ciento de la población de cada país de aquí a septiembre, “y una campaña hasta diciembre para alcanzar nuestro objetivo de inmunización de al menos el 30 por ciento para finales de año”.