La Armada taiwanesa realizó ejercicios estratégicos en la costa sur de la isla, reluciendo su capacidad defensiva ante el creciente desafío que representa China.
En las últimas horas, seis buques avanzados participaron en las maniobras, entre ellos las corbetas de clase Tuo Chiang, diseñadas para contrarrestar las incursiones chinas en la región. Las maniobras tuvieron lugar en aguas cercanas a Kaohsiung, una de las ciudades portuarias más importantes del país.
El simulacro no incluyó fuego real, pero presentó un desafío táctico: responder a «amenazas enemigas» simuladas en el mar. Esto implicó la movilización de la brigada de misiles Haifeng y embarcaciones ligeras Kuang Hua VI, que demostraron su rapidez y capacidad para llevar a cabo despliegues estratégicos.
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La operación incluyó una salida de emergencia desde el puerto, donde los buques alcanzaron velocidades de 30 nudos (56 kilómetros por hora) y simularon el lanzamiento de los misiles Hsiung Feng III, conocidos por su alcance medio y capacidad supersónica.
Uno de los puntos destacados fue el desempeño de las corbetas Tuo Chiang, valoradas por su velocidad, sigilo y capacidad para portar misiles antibuque y antiaéreos. Según el teniente de navío Hsiao, estas embarcaciones ejemplifican la guerra asimétrica: «Aunque sean pequeñas, pueden enfrentar a barcos mucho más grandes del Ejército Popular de Liberación (EPL)», afirmó.
También se unieron al simulacro los barcos ligeros Kuang Hua VI, equipados para transportar hasta cuatro misiles antibuque.
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El portavoz del Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán subrayó el propósito de estas maniobras: «Este ejercicio muestra nuestro compromiso con la mejora de nuestras capacidades defensivas. Estamos siempre preparados para responder rápidamente a las incursiones en la zona gris del EPL», aseguró.
Las tensiones entre Taiwán y China han escalado desde la llegada al poder del presidente soberanista William Lai en mayo pasado, con un número récord de incursiones chinas en 2024, según los datos oficiales.
