Luego de que EEUU, Alemania, Polonia, Reino Unido, Francia y España, entre otros países, decidieron enviar sus tanques de guerra a Ucrania para reforzar las defensas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski pidió también aviones de combate. Pero por el momento la perspectiva no es la mejor.
El lunes, le preguntaron al presidente estadounidense, Joe Biden, si su país llevaría a Kiev sus F-16, y el mandatario fue tajante: “No”. Y esto parece estar sentando un precedente para las naciones europeas que actualmente están debatiendo el volumen de la ayuda militar a Ucrania.
Por este motivo, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov, se reuniría este martes con el presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los principales promotores del envío de material bélico europeo que permita contrarrestar el potencial ruso. De hecho, este mismo lunes declaró en La Haya que “por definición, no se excluye nada” al hablar de ayuda militar con los aliados.
Pero el mandatario francés explicó también que no se trata de un cheque en blanco, sino que para que su país envíe aviones se debe considerar la necesidad de evitar una escalada, y eso incluye las garantías de que los aviones no ingresarán en el espacio aéreo ruso.
El otro país que está mostrándose sumamente favorable al envío de armas (de hecho, fue el primero en ofrecer sus tanques alemanes) es Polonia. Su primer ministro, Mateusz Morawieck, no descartó el envío de sus F-16 (aviones caza de acuarta generación), antes de que Biden se pronunciara este lunes. Ahora ese apoyo se vuelve poco probable, ya que el funcionario había anticipado que solo actuaría en coordinación con la OTAN.
Por su parte, la OTAN, que responde centralmente a los EEUU, sigue instando a los países a incrementar su ayuda. Por caso, agradeció a Japón sus “aviones y capacidades de carga” y pidió a Corea del Sur un mayor compromiso.
Zelenski viene advirtiendo desde hace semanas que Rusia está preparando una nueva gran ofensiva y señalando que las fuerzas invasoras siguen avanzando en el este a partir de mayores ataques aéreos y el sacrificio de hombres de Wagner y reclutas para ganar terreno. Por eso, viene solicitando más celeridad en el envío de los tanques, pero estos podrían tardar meses en llegar.
En ese marco, el administrador la región de Donetsk, Denis Pushilin, admitió que Rusia tomó Vuhledar, una pequeña localidad minera (carbón) que desde el comienzo de la guerra había funcionado como bastión ucraniano.
Desde el Kremlin vienen criticando fuertemente el envío de armas y equipos occidentales, pero su portavoz, Dmitri Peskov, minimizó esa asistencia: “Los países occidentales se están involucrando cada vez más directamente en el conflicto, pero no tienen el potencial de cambiar el curso de los acontecimientos y no lo harán«.
(Con información de Reuters)