Desde la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a Taipéi, China viene realizando maniobras militares cada vez más cerca de las fronteras con Taiwán, territorio que reivindica como propio. Pero en los últimos días China dio un paso más: sus drones han comenzado a sobrevolar el espacio aéreo taiwanés.
Se trata de las islas Kinmen, que se encuentran a sólo unos cientos de metros del territorio chino, frente a las ciudades de Xiamen y Quanzhou.
Tras denunciar estas incursiones con naves no tripuladas, el Gobierno de Taiwán advirtió que no permanecería impasible, y su presidenta, Tsai Ing-wen ordenó tomar medidas de respuesta. Este martes, su Ejército disparó contra un dron chino que sobrevoló un islote controlado por Taiwán cerca de la costa china, de acuerdo a lo informado por un vocero de esas fuerzas.
El dron logró regresar a China, pero este hecho marcó un antecedente en el marco de esta escalada de las tensiones, ya que hasta ahora Taiwán no había disparado un sólo tiro contra las fuerzas chinas, que sigue realizando ejercicios sobre el estrecho de Taiwán.
De acuerdo al portavoz del comando de defensa de Kinmen, Chang Jung-shun, los disparos se produjeron poco antes de las 18.00 (hora local), cuando el dron sobrevoló el islote Erdan, y luego de haber utilizado bengalas como advertencia.
Por el momento, según lo informa Reuters, Pekín no se refirió a este episodio. Sin embargo, su Ministerio de Asuntos Exteriores había minimizado las denuncias, asegurando que Taipéi buscaba “armar un escándalo”.
Tsai, por su parte, reiteró sus advertencias: “Quiero decirles a todos que cuanto más provoque el enemigo, más tranquilos debemos estar. No provocaremos disputas, y ejerceremos la autocontención, pero eso no significa que no vayamos a contraatacar«.
Durante el último fin de semana, dos buques militares de los EEUU transitaron por el estrecho de Taiwán, lo que encendió las alarmas en la región, más allá de que Joe Biden haya ratificado su decisión de no modificar sus políticas de no intervención, siempre que se respete la autonomía taiwanesa, territorio con el que mantiene un fuerte intercambio comercial directo desde hace décadas.