Un terremoto de 7,8 en la escala de Richter y una réplica de 7,6 sacudieron este lunes por la mañana Turquía y Siria dejando más de 1.500 muertos y miles de heridos y desaparecidos, según lo informó la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) turca.
Aseguran que se trata del peor sismo que haya sacudido a Turquía en lo que va del siglo XXI, mientras que en Siria hizo desplomar los enormes bloques que ya habían quedado destruidos por años de guerras. Además, se sintió en Chipre y Líbano. El epicentro estuvo a 7 kilómetros de profundidad bajo la región de Elbistan de la provincia de Kahramanmaras.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, había informado que las víctimas en su país hasta el momento ascendían a 912 personas, mientras que 5.383 heridos de distinta gravedad estaban siendo atendidos y 2.818 edificios se habían derrumbado. Por supuesto, admitió que las cifras eran parciales y que podían crecer significativamente a medida que avanzaran las tareas de rescate en medio de condiciones extremas por el crudo invierno.
En tanto, en Siria el Ministerio de Sanidad informó que los muertos eran 326 y que se registraban 1.042 heridos, pero las fuerzas rebeldes que controlan el noroeste agregaron otras 147 víctimas fatales.
Según lo cuenta la agencia Reuters, sus periodistas en Diyarbakir vieron a los efectivos intentar rescatar a posibles víctimas atrapadas en los escombros, y reiteradamente pedían silencio para detectar señales de vida. Así lograron rescatar a una niña, a la que sacaron envuelta en mantas y cuya foto está siendo ampliamente difundida.
Las imágenes de edificios derrumbándose en Alepo, la capital siria, han dado la vuelta al mundo, pero fuentes locales explicaron que eso sucedió horas después de los temblores. También fueron viralizadas las tareas de los grupos de rescatistas bajo la lluvia y el aguanieve.
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, reunió de urgencia a su Gabinete para evaluar los daños y los próximos pasos a seguir, mientras la gente se alejaba del centro de Damasco por temor a nuevos derrumbes. Y algo similar ocurría en Beirut y Trípoli, en el Líbano.
Son numerosos los países que por estas horas han ofrecido su ayuda tanto para el rescate como para la reconstrucción, tal es el caso de EEUU, a través del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan. De hecho, el Servicio Geológico de ese país ofreció sus propios datos: el epicentro estuvo a 17,9 kilómetros de profundidad, mientras que la magnitud máxima de uno de ellos fue de 6,7.
Según las fuentes oficiales turcas, se trata del país sismo en el país desde 1999, cuando un terremoto dejó al menos 17.000 muertos en Mármara, muy cerca de Estambul.
De acuerdo a la Embajada argentina, por el momento no hay registros de que pueda haber argentinos afectados por la catástrofe.
(Con información de Reuters)