La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) envió sus condolencias a Turquía y Siria tras el terremoto que se cobró miles de vidas, y mostró preocupación por los destrozos en lugares considerados patrimonio cultural mundial.
Audrey Azoulay, directora general de la entidad, señaló que la organización “ha emprendido con sus socios y con las autoridades nacionales un primer estudio de los daños sufridos” en algunos puntos históricos de ambos países.
Por un lado, la UNESCO advirtió la situación de la Ciudad Vieja de Alepo, en Siria, que forma parte de la lista de sitios que son Patrimonio Mundial en Peligro. A los riesgos de la guerra, ahora se suman los del desastre natural.
Según informaron, se han visto “daños importantes” en la ciudadela, como también el derrumbe de la torre occidental que forma parte de la antigua muralla. Además, varios edificios zocos “se han debilitado”.
En cuanto a Turquía, la UNESCO lamentó el derrumbe de varios edificios de la ciudad de Diyarbakır, entre los que se encuentran el sitio protegido “Paisaje cultural de la fortaleza de Diyarbakır y jardines del Hevsel”, un lugar que fue “un importante centro delas épocas romana, sasánida, bizantina, islámica y otomana”.
También analizan su hubo daños considerables en otros sitios nombrados patrimonio mundial que no están alejados del epicentro del terremoto, como Göbekli Tepe, Nemrut Dağ y el Tell de Arslantepe.
La UNESCO señaló que trabaja para “hacer un inventario preciso de los daños, si los hay, con el fin de salvaguardar estos sitios en colaboración con las autoridades nacionales”, aunque remarcan que “su prioridad ahora es la ayuda de emergencia y el rescate de víctimas”.