Por Micah McCartney, de Newsweek
El presidente Joe Biden causó sorpresa el miércoles cuando llamó «dictador» a su homólogo chino, Xi Jinping, un comentario que puede poner en peligro los frágiles logros de su tan esperada cumbre.
En una conferencia de prensa posterior a las conversaciones, Biden dijo que seguiría considerando a Xi como un dictador debido a la naturaleza del sistema autoritario de China. Era la segunda vez este año que el presidente de Estados Unidos había utilizado el calificativo poco halagador: un alejamiento de las sonrisas y el cálido apretón de manos que los dos habían intercambiado apenas unas horas antes.
La reunión, que tuvo lugar al margen del foro de líderes de APEC en San Francisco, fue anunciada durante meses como una oportunidad para que los dos países más poderosos del mundo restablecieran parcialmente una relación que se había vuelto rencorosa por las divisiones sobre comercio, derechos humanos, espionaje, Taiwán y muchos otros temas.
«Bueno, mire. Es un dictador en el sentido de que es un tipo que gobierna un país que es un país comunista, que se basa en una forma de gobierno totalmente diferente a la nuestra», dijo Biden.
Un video mostró al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que estaba sentado en la primera fila durante la rueda de prensa, visiblemente incómodo cuando Biden hizo el comentario improvisado.
🚨 Watch how Sec of State Blinken reacts as President Biden is asked if China’s Xi is a dictator. pic.twitter.com/bkGhQmMH3K
— Pyotr Kurzin (@PKurzin) November 16, 2023
En una conferencia de prensa habitual en Beijing el jueves, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo que China «se opone firmemente» a los comentarios, pero no mencionó a Biden por su nombre.
«Esta declaración es una manipulación política extremadamente equivocada e irresponsable», dijo, antes de criticar a «las personas con motivos ocultos que intentan incitar y dañar las relaciones entre China y Estados Unidos».
Biden se ha ganado la reputación de cometer errores retóricos a lo largo de los años, y su último comentario pareció ser mal recibido en Beijing, cuyos líderes son particularmente sensibles a las críticas públicas y al protocolo diplomático.
En un evento para recaudar fondos en junio, al recordar su orden de derribar el globo espía de China después de haber atravesado los Estados Unidos continentales a principios de este año, Biden dijo: «La razón por la que Xi Jinping se molestó mucho, en términos de cuándo derribé ese globo con dos vagones llenos de equipo de espionaje, es que no sabía que estaba allí».
«Lo digo en serio. Esa fue la gran vergüenza para los dictadores, cuando no sabían lo que pasó», dijo.
Foto: Reuters/ Kevin Lamarque
Mao, el portavoz, dijo que los comentarios eran «extremadamente ridículos e irresponsables. Violan gravemente hechos básicos, el protocolo diplomático y la dignidad política de China».
En ambas ocasiones, sin embargo, las respuestas públicas de Mao fueron omitidas de la transcripción oficial del ministerio y fueron descubiertas por los medios estatales chinos, presumiblemente porque se referían a un serio desaire al líder más poderoso del Partido Comunista Chino desde Mao Zedong.
El último uso de la controvertida etiqueta por parte de Biden podría ensombrecer el relativo efecto de deshielo que se espera que la visita de Xi tenga en las relaciones entre Estados Unidos y China, tras una serie de viajes oficiales a Beijing por parte de funcionarios de la administración de Biden, quienes allanaron el camino para las negociaciones de política exterior chinas. La visita del propio ministro Wang Yi a Washington a finales del mes pasado.
Biden y Xi acordaron restablecer las líneas de comunicación entre militares, que Biden había dicho anteriormente encabezaría la agenda. China interrumpió las conversaciones después de la visita de la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-CA), a Taiwán en agosto de 2022.
La reanudación del diálogo sobre defensa ayudará a evitar que posibles errores de cálculo y faltas de comunicación se vuelvan mortales en puntos críticos como el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional, dijeron funcionarios estadounidenses.
Ambos ejércitos a menudo operan muy cerca en estas áreas, y en los últimos dos años se ha visto un aumento en las maniobras agresivas de aviones de combate y buques chinos mientras intentan expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región.
Publicado en cooperación con Newsweek
