Día a día sigue creciendo de manera exponencial el número de migrantes muertos en el Mar Mediterráneo al intentar llegar a Europa desde países africanos a bordo de embarcaciones superpobladas de pasajeros y en general en mal estado de mantenimiento.
Este fin de semana se produjeron tres verdaderas tragedias: dos en las cosas de Italia, al sur de Lampedusa; y otra cerca de Túnez, frente a la isla de Kerkennah. En total, hay al menos 6 muertos y más de 100 desaparecidos.
En este último caso, 4 migrantes murieron y otros 51 permanecen sin información sobre su paradero frente a la isla tunecina. Se trataba, según fuentes citadas por Reuters, de personas procedentes de África subsahariana, en general con destino a Italia.
Se trata de un punto caliente para la migración por vía marítima y también para los naufragios. Desde el 1° de enero de 2023 y hasta el 20 de julio pasado se han recuperado en esas costas 901 cadáveres, una cifra sin precedentes para el país, de acuerdo al Ministerio del Interior de Túnez, uno de los puntos de partida más habituales para estos contingentes migratorios, junto a Libia.
En tanto, dos personas murieron y 57 permanecen desaparecidas tras un naufragio producido este domingo al sur de la isla de Lampedusa, frente a las costas italianas, sumámdose a otro naufragio que se habría producido en la zona, donde otras 30 personas seguían en esa misma condición.
Las dos víctimas indicadas serían una mujer y un niño, según los guardacostas, pero la agencia Ansa los había identificado como “una madre con su hijo”. Por el momento no hay información oficial que corrobore esa hipótesis.
Las autoridades aseguraron que las operaciones de rescate fueron “complejas” porque las aguas estaban sumamente revueltas y que las embarcaciones hundidas habrían partido también desde Túnez (más precisamente desde Sfax). De la primera embarcación fueron rescatadas 42 personas y de la segunda, 48 (en ambos casos, tanto sobrevivientes como cadáveres fueron hallados a 46 kilómetros al suroeste de Lampedusa.
Al respecto, el jefe de la policía provincial, Emanuele Ricifari, le dijo a la prensa italiana que quien haya permitido que el barco partiera en esas condiciones climáticas era “un criminal loco y sin escrúpulos”.
(Con información de Reuters)