Por Nick Reynolds
El expresidente Donald Trump expresó el miércoles su decepción por el resultado de las elecciones intermedias del martes por la noche después de una temporada de campaña en la que su influencia, y el espectro de los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de los Estados Unidos, se cernían sobre el electorado.
En una publicación en Truth Social, Trump -quien no logró obtener la mayoría en dos elecciones consecutivas en la parte superior de la boleta electoral- restó importancia a las proyecciones de que los republicanos podrían no recuperar la mayoría en el Congreso mientras afirmaba prematuramente que su partido había obtenido una mayoría en el Congreso.
“Si bien en cierto modo las elecciones de ayer fueron algo decepcionantes, desde mi punto de vista personal fue una gran victoria: 219 victorias y 16 derrotas en general”, publicó Trump. “¿Quién lo ha hecho mejor que eso?”, agregó.
En el momento en que Trump publicó, los republicanos habían asegurado 204 escaños en el Congreso, aunque muchos proyectaron que alcanzarían por poco los 218 escaños necesarios para reclamar una mayoría con votos aún por contar. Pero aun así fue mucho menos que la cantidad que muchos creían que ganarían los republicanos, y muchos candidatos tuvieron un desempeño inferior en contiendas que se consideraban competitivas.
Muchos en el lado republicano culparon a Trump, a quien el escritor conservador Charles CW Cooke llamó “un perdedor” en un artículo en National Review.
En contiendas como New Hampshire (donde el candidato republicano Don Bolduc, leal al expresidente desde hace mucho tiempo, ignoró el respaldo de Trump) y Michigan, los candidatos que compraron la retórica infundada de Trump sobre que las elecciones de 2020 fueron “robadas” fueron derrotados fácilmente en lo que algunos creían eran contiendas potencialmente competitivas.
Los candidatos de extrema derecha alineados con Trump a quienes los demócratas nacionales habían impulsado en sus primarias perdieron en carreras que se creía que podían ganar. En otros estados disputados como Pensilvania, la presencia reciente de Trump en el estado solo pareció perjudicar a candidatos como Mehmet Oz, quien perdió una reñida elección ante el demócrata John Fetterman por un escaño que podría haber sellado el control republicano del Senado.
“El mitin de Trump en Pensilvania el sábado antes de las elecciones, y su intención señalada de anunciar otra candidatura presidencial a fines de este mes, pueden haber causado más daño de lo que nadie sabía”, escribió la columnista conservadora Salena Zito la noche de las elecciones después de que se llamara a Fetterman.
Los temas contra los que se opuso el Partido Republicano, como el aborto y las percepciones del público de amenazas a la democracia provocadas por las afirmaciones de Trump sobre las elecciones de 2020, demostraron ser fuertes motivadores para muchos votantes, según las encuestas a boca de urna.
Algunos culparon al Comité Nacional Republicano y a los brazos de liderazgo de la campaña del partido por atar demasiado su destino a Trump e ignorar a los candidatos que podrían impulsar el futuro del partido.
Otros conservadores prominentes destacaron el desempeño de otros republicanos de la corriente principal, incluidas figuras como Brian Kemp, Mark DeWine y Lee Zeldin, quienes superaron a Trump donde otros flaquearon.
En Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis se desempeñó notablemente mejor que Trump en muchos rincones azules del estado, lo que demuestra una viabilidad general que Trump, el único presidente que perdió el voto popular dos veces, no pudo.
“Este es el camino hacia el futuro”, dijo Marc Thiessen, ex redactor de discursos de George W. Bush en la Casa Blanca, en una autopsia en Fox News la madrugada del miércoles. “Y elegir a estos candidatos radicales que quedaron muy atrás de ellos ha puesto al Partido Republicano en una posición terrible. Y los votantes se han ido. Han acusado al Partido Republicano”.
“Necesitamos una revisión republicana”, tuiteó Caleb Hull, un agente republicano que hizo campaña por Trump en 2016. “Trump impulsó a un grupo de candidatos que apestan y todos lo sabían, pero no tenemos más remedio que aceptar. Teníamos todo en nuestras manos y perdió la marca. DeSantis es el nuevo líder del partido, no un hombre de 76 años”.
Trump se ha apegado a sus armas. Antes de las elecciones, le dijo a NewsNation: “Bueno, creo que si ganan, debería recibir todo el crédito. Si pierden, no deberían culparme en absoluto”.
Poco después de la derrota de Bolduc, Trump recurrió a Truth Social para opinar sobre la carrera de New Hampshire. En opinión de Trump, Bolduc no perdió porque respaldó a Trump, perdió porque no respaldó a Trump con suficiente fuerza.
“Don Bolduc era un tipo muy agradable, pero perdió esta noche cuando rechazó, después de su gran victoria en las primarias, su postura de larga data sobre el fraude electoral en las primarias presidenciales de 2020”, escribió Trump. “Si se hubiera mantenido fuerte y leal, habría ganado fácilmente. ¡Lecciones aprendidas!”.
(Publicado en colaboración con Newsweek)
