El hackeo sin precedentes que parece haber golpeado por primera vez a la empresa de software SolarWinds antes de extenderse a algunos de los niveles más altos del gobierno de EE. UU. está probando la definición de lo que constituye el ciberespionaje y lo que el Pentágono define como un ataque real a la nación.
Si se determina que es un ataque, los expertos advierten que abriría el camino a las represalias, incluso en el ámbito físico. Pero definir exactamente qué constituye un ataque en el ciberespacio, incluso en el siglo XXI, sigue siendo un tema turbio.
Un experto en ciberseguridad familiarizado con este caso argumentó que el incidente de SolarWinds fue un ataque adecuado, porque los perpetradores no solo se infiltraron, sino que irrumpieron y cubrieron sus huellas manipulando el código.
«Acceder al sistema no estaba autorizado y era ilegal, cambiar el código con intenciones maliciosas fue un ataque«, dijo a Newsweek el experto, que pidió permanecer en el anonimato porque el individuo no estaba autorizado a hablar con los medios .
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus primeros comentarios sobre una enorme violación de datos del gobierno, minimizó la gravedad y el impacto de la campaña de espionaje cibernético.
«El ciber espionaje es mucho mayor en los medios de noticias falsas que en la realidad», dijo Trump en Twitter.
«Rusia, Rusia, Rusia es la tonada principal cuando algo sucede porque los complacientes están, por razones mayormente financieras, petrificados para discutir la posibilidad de que pueda ser China (¡puede!)», agregó.
Publicado en colaboración con Newsweek / Published in collaboration with Newsweek
