El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió en campaña que al asumir en el poder, eliminaría la ciudadanía por nacimiento.
La ciudadania por nacimiento establece que cualquier persona que nazca en EEUU se convierte automaticamente en un ciudadano estadounidense.
Esto abarca a los individuos que están en Norteamerica de manera ilegal y a aquellos que tienen una visa de turista o de estudiante y piensan volver a su país de origen.
La Enmienda 14 precisa que «todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de los Estados Unidos y del Estado en el que residen» y agrega que «ningún Estado promulgará ni aplicará ninguna ley que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos».
Sin embargo, no fue hasta 1924 que el Congreso finalmente brindó la ciudadanía a todos los nativos americanos nacidos en los EE. UU.
En diciembre pasado, en una entrevista al programa «Meet the Press» de la NBC, Trump dejó en claro que «absolutamente» planeaba ponerle fin a la ciudadanía por nacimiento una vez al frente de la Casa Blanca.
«Vamos a acabar con eso porque es ridículo», sentenció.
FRENOS A TRUMP
El juez, Joseph N. Laplante de Nueva Hampshire, es el tercer magistrado federal que bloquea el decreto con el que Trump busca finalizar con la ciudadanía por nacimiento.
Además, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda en la que afirma que la resolución del presidente norteamericano va en contra de la Constitución e «intenta trastocar uno de los valores constitucionales estadounidenses más fundamentales».
La presentación fue hecha en nombre de grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes en los que hay mujeres embarazadas cuyos hijos podrían verse perjudicados si se saca la ciudadanía por nacimiento.
Se presentaron al menos nueve demandas para impugnar el decreto.
