El presidente de EEUU, Donald Trump, redobló la apuesta y defendió la decisión de su Gobierno respecto a deportar a 238 personas presuntamente vinculadas con la banda criminal venezolana El Tren de Aragua y 23 de la «mara Salvatrucha» a El Salvador.
«Estos son tiempos de guerra, porque el expresidente demócrata Joe Biden permitió que millones de personas, muchas de ellas criminales, muchos de ellos en las más altas esferas, vaciaran las cárceles (…) en Estados Unidos», aseguró
Y agregó: «Es una invasión».
En esa línea, insistió: «Invadieron nuestro país. Esto es una guerra en muchos sentidos. Es más peligroso que la guerra porque, como saben, en la guerra, llevan uniformes».
El líder de la Casa Blanca deportó a estas personas cuando el juez federal James Boasberg había frenado de manera temporal esa decisión con el objetivo de evaluar la medida y sus consecuencias. Es por eso, que estableció que todo avión que hubiese salido con migrantes tenía que volver a los Estados Unidos.
La administración norteamericana siguió adelante con las deportaciones y ya hubo denuncias por parte de organizaciones no gubernamentales. Una fue la ONG venezolana Provea que denunció que estas deportaciones violaban los derechos humanos de los migrantes.