Al menos 51 personas murieron en el sismo que azotó el viernes el oeste de Turquía y la posibilidad de encontrar sobrevivientes es cada vez menor, indicó un nuevo balance de la agencia de Gestión de Emergencias y Desastres (AFAD), que contabilizó unos 900 heridos.
En total 896 personas resultaron heridas a causa del sismo que también dejó dos adolescentes muertos en Grecia.
El sismo de magnitud 7, según el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS), y de magnitud 6,6, según las autoridades turcas, se produjo el viernes por la tarde en el mar Egeo, al suroeste de Esmirna, la tercera mayor ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.
El ministro turco de Medio Ambiente y Urbanización, Murat Kurum, informó que hay unos 5.000 miembros del personal de búsqueda y rescate para intentar encontrar nuevos sobrevivientes bajo los escombros de las decenas de edificios colapsados parcial o totalmente Esmirna, reportó la agencia DPA.
En Bayrakli, la ciudad turca más golpeada, los equipos de rescate seguían buscando posibles sobrevivientes entre los escombros de ocho edificios derrumbados, indicó la AFAD .
Según un socorrista, al menos diez personas podrían estar bloqueadas bajo los escombros, consignó la agencia AFP.
El ministro de Salud turco, Fahrettin Koca, reportó en Twitter durante la madrugada de este domingo del rescate de entre los escombros de un anciano de 70 años a aproximadamente las 01.00 hora local, 34 horas después del sismo.
Muchos habitantes de la ciudad pasaron una segunda noche consecutiva en tiendas de campaña instaladas en las calles por miedo a las réplicas del sismo.
El sismo fue tan fuerte que se sintió hasta en Estambul y Atenas. Además, provocó un minitsunami que inundó las calles de Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, y barrió las costas de Samos.
El número de heridos ronda los 900, según la autoridad para la gestión y el control de desastres en Turquía (AFAD), que se suman a otros 20 heridos en Grecia, en particular la isla de Samos, la más dañada, donde se registraron las dos víctimas mortales confirmadas por el Gobierno heleno: dos estudiantes de 15 y 17 años.
La región del Egeo se encuentra en una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo, y es una de las potencialmente más devastadoras del hemisferio, la de Anatolia del Norte (NAF), punto de encuentro de las placas tectónicas de Anatolia y Eurasia.
En el pasado, Turquía sufrió terremotos devastadores, incluido uno de magnitud 7,4 en Gölcük en 1999, donde murieron más de 17.000 personas.
El último gran sismo ocurrió en enero de este año en el este del país, en las provincias de Elazig y Malatya, que dejó 41 muertos y más de 1.600 heridos.