Luego de que Rusia se negara a aceptar la propuesta de intermediación de Suiza, por considerar que ya no se trata de un país neutral, ahora un nuevo jugador se ofrece para acercar posiciones con Ucrania y avanzar en un proceso de paz.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunió este jueves con su par ucraniano, Volodimir Zelenski, y con el secretario general de la ONU, António Guterres, y reiteró su propuesta de ejercer como mediador, esta vez de manera formal.
Ya lo había hecho, pero en el inicio del conflicto, cuando Turquía amenazaba con vetar el ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN. Finalmente, Erdogan flexibilizó su postura y la inclusión de los países nórdicos a la alianza militar pudo seguir su curso.
Esto, sumado a que condenó la ofensiva rusa pero tampoco se sumó a las sanciones europeas, abrió un nuevo escenario para que se lo acepte como mediador. De hecho, un primer paso fue lograr la reapertura de los puertos ucranianos en el Mar Negro, bloqueados por Rusia.
Tras el encuentro, que se llevó a cabo en Lviv, oeste del país, el mandatario turco afirmó: “Fue mi primera visita a Ucrania desde que empezó la guerra. Discutimos con Zelenski todos los aspectos de las relaciones bilaterales, pero el tema central de nuestras conversaciones fue la guerra, que dura ya casi medio año». Y le manifestó al ucraniano su “solidaridad y apoyo” para garantizar su integridad territorial.
Asimismo, respecto a la posibilidad de establecer una instancia de diálogo, contó: «También le dije que seguiremos contribuyendo a una solución diplomática, negociada, de este conflicto bélico. Y como había dicho a Putin durante mi estancia en Sochi, le recordé a Zelenski que podemos organizar un encuentro entre los dos«.
Por su parte, Zelenski se refirió a la visita de Erdogan como “un potente mensaje de apoyo, viniendo de un país tan poderoso”. Sin embargo, condicionó la conformación de una mesa a la retirada de las tropas rusas: «Que primero salgan de nuestro territorio y luego veremos».
Finalmente, Guterres manifestó su preocupación por las recientes acciones en torno a la planta nuclear de Zaporiyia, que ambos países se acusan de haber bombardeado. “Estamos preocupados, no queremos otro Chernobyl”, aseveró Erdogan, y anticipó que hablará el tema de manera urgente con Putin.