El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), informó este lunes que logró detener a dos presuntos agentes de inteligencia rusos que, de acuerdo a la investigación, tenían la misión de asesinar a dos importantes funcionarios del Gobierno ucraniano y a un reconocido activista.
El objetivo de estos presuntos sicarios (afirman que eran enviados de la agencia rusa GRU) habrían sido el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, y el jefe de la agencia de inteligencia militar, Kyrylo Budanov. Reuters advierte que esta información no pudieron ser verificadas de manera independiente.
Aunque no se otorgaron mayores detalles, sí se dio a conocer que uno de los sospechosos vivía en la región oriental de Lugansk, en manos de los separatistas apoyados por Rusia, mientras que el segundo detenido residía en Kiev. Ambos habrían recibido la promesa de obtener US$ 150.000 por cumplir con los crímenes encargados.
El primer de ellos, contaron, llegó a Ucrania proveniente de Bielorrusia y fue detenido en Kovel, ciudad del noroeste del país. Se encontraba junto al hombre de Kiev.
Por el momento, las autoridades rusas no se han hecho eco de la denuncia ucraniana, así como tampoco los medios estatales.
A principio de año, antes de la invasión, The Times había presentado un informe que indicaba que entre 2.000 y 4.000 mercenarios rusos habían ingresado a territorio ucraniano con la misión de asesinar a Volodimir Zelenski, quien inmediatamente declaró el estado de sitio durante 36 horas a fin de dar con los presuntos sicarios. Pero no era el único objetivo: había una lista con 23 altos funcionarios y activistas “anti-rusos”.
