Un nuevo ataque de Rusia en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia, puso a Ucrania y al mundo entero al borde de otro desastre nuclear. Según lo relató el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, un nuevo bombardeo el jueves provocó un corte de luz que duró horas y puso en riesgo los sistemas de refrigeración.
De acuerdo a la información del mandatario, uno de los impactos causó un incendio en los pozos de cenizas de una central de carbón cercana, y eso generó la desconexión con la central, que es la más grande en toda Europa.
Afortunadamente, los generadores diésel permitieron garantizar el suministro, que se restableció poco después, y que es clave para la seguridad de la planta nuclear. En ese sentido, felicitó a los técnicos ucranianos que trabajaron para evitar una catástrofe, bajo la mirada de los militares rusos que ocupan la central desde el inicio de la invasión.
«Si el personal de nuestra central no hubiera reaccionado tras el apagón, ya nos habríamos visto obligados a superar las consecuencias de un accidente radiactivo», aseguró por la noche, y denunció: “Rusia ha puesto a Ucrania y a todos los europeos en una situación que está a un paso de un desastre por radiación».
Vale recordar que la ONU, EEUU y las principales potencias europeas se encuentran en estado de alerta y pidieron no realizar más acciones con misiles o explosivos en la zona de Zaporiyia. Incluso Turquía mantuvo un diálogo con Rusia al respecto, mientras la ONU pide que las fuerzas rusas dejen entrar las inspecciones de la OIEA.
La agencia Reuters informa que Vladimir Rogov, un responsable designado por Rusia en la ciudad ocupada de Energodar, culpó a las fuerzas armadas de Ucrania por generar un incendio en un bosque cercano a la planta, y que eso causó que los pueblos de la zona se quedaran sin electricidad. «Esto fue causado por la desconexión de las líneas eléctricas de la central nuclear de Zaporiyia como resultado de las provocaciones de los combatientes de Zelenski», acusó.
Los dos países se acusan mutuamente de haber bombardeado el área de influencia de Zaporiyia, y no cesan en sus acciones en la zona, pese a que los expertos advirtieron que existe riesgo de que se dañen las piscinas de enfriamiento o que un corte de energía prolongado no permita mantener las temperaturas adecuadas.
Por caso, Paul Bracken, experto en seguridad nacional y profesor de la Escuela de Administración de Yale, aseguró que la mayor preocupación es que los proyectiles de artillería o los misiles puedan perforar las paredes del reactor y propagar la radiación por una amplia zona potencialmente extensa, tal como sucedió en 1986 en Chernobyl.
“Podría matar a cientos o miles de personas, y dañar medioambientalmente una zona mucho más amplia que llegaría hasta Europa», advirtió.
«La ruleta rusa es una buena metáfora, porque los rusos están haciendo girar el tambor del revólver, amenazando con hacer estallar el cerebro del reactor en toda Europa», enfatizó Bracken.
