Tres personas murieron y casi una veintena resultaron heridas tras una ofensiva masiva con drones ucranianos en Moscú, en el “mayo ataque” de Ucrania contra Rusia en lo que va de la guerra.
Según informaron las autoridades rusas, los fallecidos son un hombre de 38 años que trabajaba como guardia de seguridad en un estacionamiento de la empresa Miratorg; y otros dos empleados del mismo lugar de 50 años y 43 años que resultaron gravemente heridos y fallecieron en el hospital.
Además, el Ministerio de Salud de Rusia aseguró que otras 18 personas resultaron heridas, entre ellos tres niños.
El Ministerio de Defensa ruso informó en su canal de Telegram que durante la noche derribaron 337 vehículos aéreos no tripulados ucranianos, 91 de ellos en Moscú. La zona más afectada fue Kursk, donde interceptaron 126.
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitri Peskov apuntó que Ucrania atacó “infraestructura social, edificios de viviendas”, mientras que defendió que las fuerzas rusas solo apuntan a “objetivos militares o cuasimilitares”.
UN LLAMADO DE ALERTA PARA RUSIA
El ataque masivo se dio en las vísperas de la reunión que mantendrán representantes de Ucrania y Estados Unidos en Yeda, para avanzar en las negociaciones para poner un fin a la guerra.
Por su parte, el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional de Ucrania, Andrí Kovalenko, mencionó que este ataque contra Moscú busca presionar a Rusia para aceptar la tregua aérea temporal propuesta por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Es otra señal a (Vladímir) Putin de que debe estar interesado en el alto al fuego en el aire”, explicó el funcionario.
Sin embargo, el Kremlin advirtió que este ataque podría afectar a las negociaciones por la paz. “Aún no hay nada que perturbe el futuro, pero es cierto que la tendencia emergente puede verse seriamente perjudicada”, dijo el portavoz Peskov.