Al menos 18 personas perdieron la vida este miércoles en las afueras de Kiev y otras 29 resultaron heridas al caer un helicóptero en una zona residencial en la que había una guardería. Entre las víctimas hay tres niños y el ministro del Interior de Ucrania, Denys Monastyrskyi.
Un helicóptero de emergencias estatal, con el funcionario a bordo, sobrevolaba la zona de Brovary, en la periferia noreste de la capital, cuando se desplomó, en un horario en el que varios niños se encontraban en dicha institución.
Según lo cuentan los cronistas de Reuters en la zona, al arribar al lugar se podían ver los cadáveres envueltos en mantas de papel de aluminio en el patio de la guardería, que estaba lleno de escombros desparramados. Y, en ese mismo sentido, el gobernador de la región de Kiev, Oleksiy Kuleba, relató a través de Telegram: “Había niños y personal en la guardería en el momento de esta tragedia».
Por el momento, las autoridades no dieron detalles de los motivos de la caída del helicóptero (sí se afirmó que no hay registros de ataques en la zona en esos momentos), ni tampoco hubo comentarios por parte de Rusia. El jefe de la policía ucraniana, Ihor Klymenko, confirmó que el ministro del Interior había fallecido en el accidente junto a su primer adjunto, Yevheniy Yenin.
Los combates se concentran actualmente en el este, especialmente en el área de influencia de la ciudad de Bajmut, que las tropas rusas buscan tomar a partir de la presunta conquista de la localidad de Soledar. Según se informó, durante la madrugada del miércoles los soldados ucranianos repelieron los ataques rusos.
Desde el inicio de la contraofensiva ucraniana, que desplazó a los rusos hasta el otro lado del río Dniéper, las operaciones parecen haberse estancado y se registran sangrientos combates por pequeñas fracciones de terreno, mientras ambas naciones se refuerzan: Rusia, realiza ejercicios conjuntos con Bielorrusia y amenaza con una nueva invasión desde el norte; Ucrania aguarda los tanques alemanes y más misiles Patriot de los EEUU.
