Casi el 100% de los votantes en los referéndums que los separatistas rusos de las ciudades ucranianas ocupadas votaron a favor de la independencia de Ucrania y la anexión a Rusia.
Las elecciones son impulsadas por Moscú como una manera de contrarrestar la contraofensiva de las fuerzas ucranianas, que empujan a las tropas rusas hacia la frontera. Además de empantanar diplomáticamente el conflicto, una anexión le permitiría a Vladimir Putin encontrar “justificativos legales” para utilizar armas nucleares.
Según la agencia estatal rusa de noticias RIA, los resultados preliminares de las votaciones que se desarrollaron en las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, todas ellas ocupadas parcialmente, habían resultado en un muy amplio triunfo de los separatistas.
En Jersón el triunfo habría sido con un 96,7% en favor de la anexión a Rusia, mientras que en Zaporiyia llegaría al 98,19%, en ambos casos con menos del 20% de los votos contados.
Según la prensa internacional que cubre el conflicto, en algunas ciudades los pobladores fueron obligados a votar, llevando las urnas casa por casa, custodiadas por los soldados rusos. Además, no hubo veedores independientes fiscalizando tales comicios. Por eso, tanto el proceso como los eventuales resultados están siendo desconocidos por buena parte de Occidente.
De confirmarse estos triunfos, Putin estaría en condiciones de anunciar al mundo la anexión de estos territorios, que equivalen al 15% del suelo ucraniano, durante su discurso ante el Parlamento, el 30 de septiembre.