En respuesta a los bombardeos rusos contra más de una decena de ciudades ucranianas, incluyendo el centro de Kiev, el ejército de Ucrania atacó con misiles la ciudad de Donetsk, controlada desde hace años por sectores prorrusos y una de las regiones invadidas recientemente anexadas por Putin.
Vale recordar que las fuerzas ucranianas lanzaron una fuerte y rápida contraofensiva que les permitió retomar unos 400 km² de territorio, empujando a los rusos hacia la frontera; y, como respuesta a esto y a una explosión sobre el puente de Crimea, Rusia inició una lluvia de misiles contra localidades ucranianas, lo que llevó a Kiev a solicitar a Europa apoyo para construir un “escudo antiaéreo”.
Pero este fin de semana y este lunes, varios misiles cayeron sobre Donetsk. Los sectores prorrusos indicaron que al menos cuatro personas resultado heridas tras el impacto de un cohete contra el edificio de la municipalidad, que quedó severamente dañado (filas de ventanas rotas, el techo parcialmente derrumbado y autos quemados en los alrededores).
Poco después, otro ataque sobre una zona civil mató a un hombre que caminaba por la calle en el barrio de Kuibishevski.
Mientras tanto, seis personas resultaron heridas en Nikopol, en el sur del país, como consecuencia de los cohetes lanzados por el ejército ruso desde la región vecina de Zaporiyia, también ocupada por Rusia, donde se encuentra la mayor planta nuclear de Europa, en riesgo por los permanentes ataques aéreos en su entorno (ambos bandos se culpan por esos ataques).
Asimismo, el Kremlin informó que se continuaron los bombardeos sobre Jarvok y Lugansk, al tiempo que siguen los enfrentamientos en Jersón, recuperada por Kiev. En ese sentido, se detalló que las fuerzas de defensa ucranianas derribaron al menos 16 misiles rusos antes de impactar sobre Belgorod, lo que da cuenta de la puesta en marcha de ese “escudo antiaéreo”.
Finalmente, este sábado en Belgorod se produjo un hecho que las autoridades ucranianas calificaron como “acto terrorista”: dos hombres de una ex república soviética, los cuales se entrenaban en un campo de tiro militar, dispararon contra reclutas voluntarios durante la práctica, y matando a 11 de ellos e hiriendo a otros 15, antes de ser derribados por los militares ucranianos.
