Un equipo de expertos dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investiga los orígenes de la COVID-19 visitó el mercado de Huanan, el ahora cerrado centro de venta de marisco al por mayor de la ciudad china de Wuhan en el que se detectó el nuevo coronavirus por primera vez.
El equipo llegó a Huanan entre fuertes medidas de seguridad, con barricadas adicionales colocadas frente a una alta valla azul que rodea el mercado, abandonando el lugar en un convoy al cabo de una hora. Los expertos de la OMS no aceptaron preguntas de los periodistas.
Tras completar el jueves una cuarentena de dos semanas, el equipo ha visitado hospitales y mercados, así como una exposición que conmemora la batalla de Wuhan contra el virus, que incluyó el cierre de la ciudad de 11 millones de habitantes durante 76 días.
La OMS, que se ha enfrentado a no pocas dificultades para lograr el acceso de la misión al país, dijo el viernes que los miembros del equipo se limitarían a las visitas organizadas por sus anfitriones chinos y no mantendrán ningún contacto con los miembros de la comunidad, debido a las restricciones sanitarias.
No se ha anunciado ningún itinerario completo para las dos semanas de trabajo de campo del equipo, y los periodistas que cubren la visita, fuertemente controlada, han sido mantenidos a distancia de ellos en todo momento.
El acceso al público al extenso mercado mayorista de marisco de Huanan está restringido desde que fuera clausurado a principios del año pasado.
Antes de su cierre, el mercado bullía con cientos de puestos divididos en secciones de carne, marisco y verduras. Ahora se erige como un punto de referencia en una ciudad traumatizada por ser el epicentro original de lo que se convirtió en una pandemia global.
El 31 de diciembre de 2019, después de que cuatro casos de una misteriosa neumonía se relacionaran con el mercado, se procedió con su cierre inmediato. A finales de enero, Wuhan había entrado en un confinamiento que se extendió durante 76 días.
Los expertos afirman que el mercado de Huanan sigue desempeñando un papel en el rastreo de los orígenes del virus, ya que el primer grupo de casos se identificó allí.
La investigación dirigida por la OMS en Wuhan ha estado plagada de retrasos, dudas sobre el acceso y disputas entre Pekín y Washington, que acusó a China de ocultar el alcance del brote inicial y criticó los términos de la visita, bajo los cuales expertos chinos realizaron la primera fase de la investigación.
Los orígenes del virus se han politizado notablemente, y algunos diplomáticos chinos y medios de comunicación estatales han apoyado las teorías de que el virus podría haberse originado en otro país.
El equipo debía haber llegado a Wuhan a principios de enero, por lo que el retraso de la visita por parte de China provocó una poco habitual crítica pública del director general de la OMS, al que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó de «chinocentrismo».
