Por John Feng, de Newsweek
ByteDance, propietaria de TikTok con sede en Beijing, fue una de las compañías bajo presión este mes para que se endureciera ante las acrobacias lucrativas, después de que un streamer en vivo se emborrachó hasta morir hace dos semanas.
La exportación más exitosa de China enfrenta un escrutinio continuo en los Estados Unidos por preocupaciones de seguridad nacional. Sin embargo, en casa, el fabricante de aplicaciones ByteDance se enfrenta a un conjunto diferente de desafíos públicos y privados relacionados con Douyin, el gemelo chino de TikTok, del que también es propietario.
El papel de la plataforma como regulador de contenido en línea fue objeto de un renovado debate después de que un influencer de Douyin, identificado solo por el apellido Wang, fuera encontrado muerto en su casa aproximadamente 12 horas después de una transmisión en vivo en la que se decía que había bebido hasta siete botellas de baijiu, un licor claro que contiene hasta un 60% de alcohol.
Wang, de 34 años, se hacía llamar «Sanqiange» y era de Lianyungang, en la provincia oriental china de Jiangsu. Los medios de comunicación locales dijeron que participó en un concurso de bebidas con otras personas influyentes para ganar donaciones de los miembros de la audiencia. La transmisión terminó después de la medianoche del 16 de mayo, según los informes.
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Contenido similar transmitido en vivo, conocido como programas para comer o beber, se popularizó en Corea del Sur hace más de una década en sitios web como YouTube y luego Twitch. Las transmisiones no suelen involucrar sustancias nocivas como el alcohol, pero la mayoría depende de la capacidad del influencer para consumir grandes cantidades de alimentos o bebidas.
En China, Douyin y su competidor Kuaishou se encuentran entre las aplicaciones que permiten versiones familiares, que el organismo de control de Internet del país ha estado tratando de desalentar oficialmente durante al menos dos años.
Los videos, en los que los influencers también anuncian productos para la comisión de afiliados, son parte de una lucrativa industria de transmisión en vivo y comercio electrónico cuyo valor se estima en más de US$ 400.000 millones el año pasado, según un informe de marzo de Cinda Securities, una consultora de inversiones china.
El 16 de mayo, el periódico insignia del Partido Comunista, el Diario del Pueblo, dijo que los programas de alimentación fomentan el desperdicio de alimentos, lo que «va en contra de la moralidad social». Las plataformas tienen el deber de dejar de brindar servicios a los infractores, dijo en un artículo que no estaba relacionado con el caso de Wang.
Al igual que TikTok, que prohíbe la promoción de bebidas alcohólicas, los términos de uso de Douyin incluyen sanciones por beber durante las transmisiones en vivo, que van desde advertencias y desmonetización hasta prohibiciones ocultas de una semana. Pero las últimas críticas se referían a la capacidad de Wang para eludir las restricciones con nuevas cuentas, la última de las cuales tenía 44.000 seguidores.
🇨🇳 KOL “三千哥” died hours after downing at least 4 bottles of baijiu (白酒, a colorless Chinese liquor) live on social media in response to a challenge on May 16. pic.twitter.com/wiqqcHqyFo
— Byron Wan (@Byron_Wan) May 22, 2023
Los informes que sugerían que el influencer tenía otras tres cuentas, dos desactivadas y una prohibida, llevaron a los internautas chinos a cuestionar la capacidad de Douyin para monitorear contenido inapropiado.
«En términos de regular el comportamiento de la transmisión en vivo, las plataformas son el administrador de contenido y tienen una responsabilidad ineludible», dijo un informe del 25 de mayo de Legal Daily, un periódico estatal sobre los desarrollos legales en China.
«Los proveedores de transmisión en vivo deben cumplir con su principal responsabilidad al establecer una plataforma de revisión de contenido de transmisión en vivo y mecanismos para la verificación de información sólida, la gestión segura de la información, las inspecciones en servicio, las respuestas de emergencia y las garantías técnicas», concluye.
Publicado en cooperación con Newsweek
