Finalmente, por 314 votos contra 117, la Cámara de representantes de los EEUU le aprobó al presidente Joe Biden la eliminación del techo para la deuda pública nacional, a solo cinco días de que el país ingrese en default por primera vez en su historia.
Tras meses de negociaciones, los republicanos liderados en el cuerpo por Kevin McCarthy le dieron al mandatario el apoyo necesario para superar hasta 2025 el techo de la deuda, que hasta ahora es de US$ 31,4 billones, a pesar de la dura oposición de una importante fracción de legisladores de sectores de extrema derecha (71 diputados), la mayoría de ellos afines al expresidente Donald Trump y a su movimiento MAGA.
Ahora el proyecto fue cursado al Senado, donde deberá ser votado en un trámite express, ya que el 5 de junio vence el plazo para cumplir con los compromisos y todavía resta la promulgación del despacho de Biden.
De este modo, el presidente logra evitar una verdadera catástrofe financiera para el país: por primera vez el tesoro de los EEUU podría quedarse sin fondos, no solo para pagar la deuda, sino también para seguir funcionando.
EEUU busca evitar el default, pero Biden tendrá que reducir el gasto y restringir planes sociales
Eso hubiera implicado para el país, además del derrumbe de los mercados, tener que salir a financiarse en el mercado internacional, en momentos en que las tasas de interés no dejan de crecer y no hay perspectiva de que dejen de hacerlo en lo que queda de 2023.
Pero el precio que Biden debe pagar por ello es alto en términos políticos. En el inicio de la campaña para su reelección en 2024, deberá realizar un fuerte ajuste del gasto público el año que viene y el siguiente, acelerar la licitación de obras de energía y poner mayores restricciones en los planes sociales (por caso, establecer el requisito de un trabajo como contraprestación por las ayudas alimentarias).
De todos modos, los recortes son mayores a los que los republicanos habían exigido en una primera instancia. Por eso, los analistas también sostienen que esta aprobación tampoco ha dejado muy bien parados a los republicanos “dialoguistas” en un contexto en el que crecen electoralmente las voces extremas.
En ese sentido, los últimos sondeos muestran a Trump quedándose con más del 54% de los votos republicanos, duplicando a su principal competidor en la interna, el gobernador de la Florida, Ron DeSantis.
