Los canadienses fueron a las urnas en las elecciones legislativas anticipadas que marcaron una fuerte apuesta del primer ministro, Justin Trudeau, que busca una mayoría que le permita un tercer mandato, aunque habrá que esperar para saber el resultado de su jugada no solo por la extensión de la jornada electoral, sino porque se registró mucho voto anticipado y por correo.
Las encuestas vaticinaban que los comicios -en los que podían participar unos 27 millones de votantes- serían muy cerrados, y parecía difícil que Trudeau o algún otro aspirante pudiera lograr una mayoría.
En un país con seis husos horarios, las oficinas electorales de Terranova y Labrador, en el extremo oriental del país, fueron las primeras en abrir, a las 8.30 (las 8 en la Argentina) y las de Columbia Británica, en la costa pacífica, iban a ser las últimas en cerrar, a las 19 (las 23 en la Argentina).
Para complejizar el recuento, unos 5.800.000 habían votado por adelantado y cerca de 1.200.000 pidieron hacerlo por correo, según informó Elecciones Canadá, el organismo responsable de organizar los comicios. En 2019, los sufragios por correo fueron apenas 50.000.
La pulseada para elegir a los miembros del Parlamento fue convocada anticipadamente por Trudeau, cuya reelección es incierta al estar codo a codo en los sondeos con su rival conservador.
El primer ministro le pidió a la jefa de la Cámara, Mary Simon, la disolución del Parlamento, decisión que se ejecutó el 15 de agosto, en coincidencia con la caída de Kabul, lo que le valió en paralelo críticas a Trudeau por, supuestamente, desatender el operativo de evacuación de los afganos que habían colaborado con la alianza militar extranjera en Afganistán.
Candidato del Partido Liberal, el primer ministro pareció sufrir, además, el desgaste de sus dos mandatos, aunque se valora su manejo de la pandemia, y el aspirante del Partido Conservador, el moderado Erin O’Toole, se arrimó en la intención de voto.
Las diferencias mínimas que registran los sondeos imposibilitan cualquier pronóstico: los dos partidos principales –que se alternar en el poder desde 1867- están técnicamente empatados en esa pulseada por las 338 plazas de la Cámara de los Comunes.
Si se da el mapa que se pronostica y ninguna fuerza llega a los 170 escaños, es muy probable que el país tenga un nuevo Gobierno en minoría, lo que lo obligará a negociar proyecto por proyecto en el Parlamento.
Detrás aparecen el izquierdista Nuevo Partido Democrático (NDP), de Jagmeet Singh, al que se le atribuye casi 20% de las intenciones de voto; el Bloc Québécois, un partido independentista de Quebec dirigido por Yves-François Blanchet; y los Verdes de Annamie Paul.
A mediados de agosto, cuando Trudeau anunció el adelanto de los comicios en medio de la cuarta ola de la pandemia de coronavirus, el escenario que describían las encuestas era otro.
El premier tenía 5 puntos porcentuales de ventaja sobre los conservadores y, por eso, apostó a aprovechar su gestión de la crisis sanitaria y el éxito de la campaña de vacunación para obtener una mayoría.
Tras sufragar a media mañana, Trudeau se declaró «sereno». «Trabajamos muy duro durante esta campaña y los canadienses están tomando una decisión importante», dijo a la agencia AFP, acompañado de sus hijos y su esposa, Sophie Grégoire.
«Acabo de votar en las elecciones. Ustedes también deberían hacerlo», escribió Trudeau en dos mensajes publicados en la red Twitter, el primero en francés y el segundo en inglés, ambos acompañados por la fotografía.
El llamado a votar también exhibe cierta preocupación por el riesgo de desinterés que mostraba la compulsa, en medio de la pandemia de Covid-19.
El mandatario, de 49 años, dijo que durante la corta campaña (36 días) que un eventual triunfo conservador sería “un paso atrás”.
El conservador O`Toole, por su parte, cuestionó inicialmente el llamado electoral en medio de una situación sanitaria compleja, pero después trazó una campaña de doble juego, en busca de fidelizar el voto tradicional de su partido y atraer, a la vez, a algunos sectores más progresistas o de centro.
El director de Elecciones Canadá, Stephane Perrault, adelantó que el nombre del ganador se conocerá recién mañana, cuando todos los votos por correo se cuenten y se compruebe el escrutinio de todas las boletas recibidas antes de la fecha límite.
Aún así, adelantó que el escrutinio definitivo podría llevar de dos a cinco días, aunque ese dato solo puede importar si el margen de diferencia en muchos distritos es muy pequeño.
La pandemia marcó la jornada electoral: hubo postas sanitarias en las entradas y salidas de los centros de votación, marcas de distancia física en el suelo y lápices de un solo uso para minimizar el contacto.
Además, en las mesas sólo hubo una autoridad electoral separada por una mampara y el uso de barbijo fue obligatorio.