En medio del aumento de la guerra con Rusia, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó que su nación sufrió un ataque de aproximadamente 500 drones la semana pasada y también otro con más de 20 misiles.
Ante ese panorama, advirtió que el Kremlin está utilizandoa a su país como «campo de pruebas» para sus armas.
«Ucrania no es un campo de pruebas de armas. Ucrania es un estado soberano e independiente. Pero Rusia sigue empeñado en matar a nuestro pueblo, sembrar el miedo y el pánico, y en intentar debilitarnos», aseguró.
También los servicios secretos ucranianos (SBU) mostraron ante un grupo de periodistas los fragmentos del nuevo misil balístico ruso, al que el líder del Kremlin, Vladimir Putin, se refirió como Oreshnik y que, según indicó, impactó una fábrica de armamentos en Dnipró.
Moscú sostuvo que el ejército ruso disparó este misil hipersónico en el centro-este de Ucrania como modo de «respuesta» a los últimos ataques por parte de Kiev con misiles de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Los servicios secretos no aseveraron de manera pública que los restos sean del misl Oreshnik, pero sí dejaron en claro que fue «la primera vez» que las fuerzas ucranianas veían un proyectil de ese tipo desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022.
«Es la primera vez que se encuentran restos de un misil de este tipo en territorio ucraniano», remarcó un investigador del SBU, que por cuestiones de seguridad se identificó como Oleg.
«Este objeto no había sido documentado por los investigadores de seguridad nunca antes», agregó y señaló que se trataba de #un misil balístico», que correspondería al Oreshnik.
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