Un total de 97 niños murieron desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, dijo este martes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al parlamento de Canadá.
“Los rusos ya mataron a 97 niños” en bombardeos contra “escuelas, hospitales, viviendas”, dijo en un contacto por videoconferencia.
“No pedimos demasiado. Pedimos un apoyo real, que nos ayude a ganar”, agregó el mandatario, quien fue ovacionado por los legisladores canadienses.
“Nos están brindando ayuda militar y humanitaria. Han puesto en marcha sanciones severas. Pero, lamentablemente, vemos que esto no pone fin a la guerra”, dijo, indicando que Rusia pretende “aniquilar a Ucrania”.
“Queremos vivir, queremos paz”, dijo Zelenski, al pedir a los parlamentarios canadienses que imaginaran sus ciudades bombardeadas, sitiadas.
“La democracia en el mundo tiene suerte de tenerte como su campeón”, dijo poco antes el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre Zelenski. El presidente ucraniano es “una inspiración para todos”, afirmó.
OPERACIÓN ENCUBIERTA
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, expresó este martes su preocupación sobre un eventual ataque químico de tropas rusas encubiertas. Añadió que la alianza militar está “muy atenta” a ese riesgo.
“Nos preocupa que Rusia pueda organizar una operación bajo bandera falsa que posiblemente incluya armas químicas”, dijo Stoltenberg.
Stoltenberg citó “afirmaciones absurdas” por parte de Rusia sobre la posibilidad de que Ucrania posea laboratorios de armas biológicas.
La OTAN, añadió el funcionario, permanece “muy atenta” al riesgo de una operación encubierta. Y enfatizó que Rusia tendría “un alto precio que pagar” en caso que cometa tal “violación del derecho internacional”.
No obstante, evitó especular sobre una eventual respuesta militar por parte de la OTAN caso ello ocurra.
La reunión de ministros, dijo Stoltenberg, discutirá el miércoles “medidas concretas para reforzar nuestra seguridad a largo plazo en todos los dominios”. Esta es una forma de adaptarse al cambiante escenario de amenazas que nacen de la “guerra sin sentido” en Ucrania.
“Esto podría incluir sustancialmente más fuerzas en la parte oriental de la alianza con mayor preparación y con más equipos”, además de las fuerzas reforzadas de la OTAN que ya se han enviado a los países que forman parte de la alianza y limitan con Ucrania, dijo.
Una cumbre de la OTAN programada desde hace mucho tiempo en Madrid en junio analizaría los cambios de largo plazo en la alianza, informó AFP.
“Es importante distinguir sobre la respuesta inmediata, como las decenas de miles de tropas adicionales y el poderío aéreo y naval. Y luego el ajuste o la postura a más largo plazo”, que se discutirá en junio, dijo.
Publicado en cooperación con Newsweek en español