El presidente del Senado de Brasil, Rodrigo Pacheco, envió una carta al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, en la que alertó que Brasil vive una situación “dramática” derivada de la gran cantidad de casos por COVID-19 que se han registrado en ese país.
En la carta, Pacheco solicitó la entrega anticipada de vacunas a través de la Instalación Covax. “La situación que enfrentamos es dramática. Datos confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencian que Brasil se ha convertido en el epicentro mundial de la pandemia, con más de 12 millones de casos confirmados y 300,000 muertes, además de una aceleración preocupante en la curva de contagio”, explicó.
En el documento, señaló que el sistema de salud brasileño está “al límite de sus capacidades”.
Para terminar, aseguró de que el secretario general de la ONU puede estar “cómodo” para hacer sugerencias sobre “otras medidas de cooperación sanitaria”.
Actualmente, Brasil significa una preocupación para sus vecinos y la región; marzo ha sido para ese país el peor de la pandemia con más de 66,000 muertos, lo que lo llevó a convertirse en el segundo país más enlutado, con un total de 321,000 decesos.
Entre las regiones brasileñas que aplican medidas sanitarias, Río de Janeiro anunció el viernes una prórroga parcial de las restricciones, previstas inicialmente hasta el domingo. Por ejemplo, el comercio no esencial, bares y restaurantes, cines, museos y teatros no podrán volver a funcionar hasta el próximo viernes.
En cuanto a la vacunación, Brasil lleva un paso lento: cerca de un 8 por ciento de de los 212 millones de ciudadanos recibieron la primera dosis y solamente el 2,3 por ciento están completamente inmunizados.
Los analistas brasileños atribuyen la lentitud “a la tardanza del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien durante meses minimizó la gravedad de la enfermedad, y tardó en alcanzar acuerdos con las farmacéuticas”, informó AFP.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in collaboration with Newsweek