El mundo alcanza nuevo récords de contagios y fallecidos a causa del coronavirus. La pandemia no da respiro y varios países comienzan a tomar nuevamente medidas extremas para evitar una saturación sanitaria y un caos social y económico a medida que la vacunación en varios países avanza. Hoy más de 87 millones de personas en todo el mundo han sido diagnosticadas. De ellas, más de 1,8 millones han perdido la vida.
Brasil superó la marca de las 200.000 muertes debido al COVID-19, subrayando la trágica escala del brote en el país con el segundo mayor número de muertos del mundo. Registró un récord de 87.843 nuevos casos el jueves, con 1.524 muertes, dijo el ministerio. Desde que comenzó el brote, casi 8 millones de personas se han infectado, mientras que 200.498 han muerto.
Por otro lado, autoridades mexicanas reportaron el jueves 1,044 nuevos fallecidos relacionados al coronavirus, elevando la cifra total de muertos a 131,031, con lo que el país latinoamericano se mantiene como el cuarto con más decesos a causa del virus en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, Brasil e India.
El país más comprometido continúa siendo Estados Unidos, con al menos 4.085 personas que murieron en las últimas 24 horas, la primera vez que el país más afectado por la pandemia supera los 4.000 muertos por la enfermedad en un solo día, informó hoy la Universidad Johns Hopkins. En el mismo período, registró otros 274.703 nuevos casos, acumulando ya más de 21,57 millones de contagios, incluyendo al menos 365.317 muertes.
China confinó hoy dos ciudades ubicadas al sur de Beijing donde viven 18 millones de personas luego de detectar allí más de 300 casos, en el mayor rebrote de la enfermedad en seis meses en el país cuna de la pandemia. Desde la aparición del virus en su ciudad central de Wuhan a fines de 2019, las autoridades chinas lograron frenar la pandemia y controlar varios rebrotes gracias a test masivos, confinamientos locales y restricciones de movimiento.
Actualmente, hay un récord de 30.451 pacientes en hospitales con COVID-19 en todo el Reino Unido y las admisiones están aumentando, ya que el impacto de la relajación de las reglas de distanciamiento social durante la Navidad golpea las salas de cuidados críticos.
Australia es otro de los países preocupados por el avance del virus. La ciudad australiana de Brisbane decretó un confinamiento inmediato de tres días, después de que un trabajador de un hotel que acoge a personas en cuarentena se contagiara con la nueva mutación del coronavirus descubierta en el Reino Unido. La medida empezará a regir esta noche para los más de 2 millones de habitantes de Brisbane, capital del oriental estado de Queensland y la tercera ciudad entre las más pobladas de Australia, dijeron autoridades.
Por otro lado, el Gobierno italiano analiza imponer nuevas restricciones para los desplazamientos entre las 20 regiones del país y la apertura de bares y restaurantes a partir de la semana próxima. Y España se acerca a los dos millones de casos y avanza hacia una tercera ola de coronavirus al igual que el resto de Europa.
En el día de ayer, Japón declaró un estado de emergencia limitado en la capital, Tokio, y en tres prefecturas vecinas para detener la propagación del virus, con la esperanza de que esta vez se reduzca el número de infecciones mediante la aplicación de medidas menos estrictas que las impuestas anteriormente.
También, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, informó que resolvió prorrogar hasta el 30 de este mes las restricciones de ingreso al país, que incluyen a uruguayos y residentes, como un nuevo esfuerzo para contener la propagación del coronavirus.
En el caso de Argentina, uno de los paises de América más complicados, cerró una semana con un récord de contagios en una época que esperaba poder descansar de estas cifras. Sin embargo, el gobierno comenzó a implementar nuevas medidas para poder frenar esta situación y que el virus no siga avanzando a éste ritmo.
La pandemia no muestra signos de remisión, todo lo contrario, pareciera avanzar como un huracán a lo largo y a lo ancho del planeta, invadiendo sin permiso ni aviso a una velocidad que sigue sorprendiendo y poniendo en alerta a cada país.
