El Gobierno anunció ayer que bajará los impuestos a las exportaciones de productos industriales, mineros y agropecuarios con el fin de fomentar los embarques y generar más divisas en medio de una prolongada crisis económica que fue agravada por el coronavirus.
El país, que arrastra una recesión con alta inflación desde el 2018, reducirá hasta fin de año los impuestos a la soja -uno de los principales cultivos del país- al 30% desde el 33% actual y los de los bienes mineros al 8%, desde el 12%.
«Se busca fortalecer el frente externo, se buscan fortalecer las reservas internacionales del país», señaló el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una conferencia de prensa.
Las retenciones a la soja pasarán del 33 al 30%.
Guzmán estuvo acopañado en la conferencia de prensa realizada en Casa de Gobierno por su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, y el titular del Ministerio de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
El ministro de Economía explicó que para impulsar las exportaciones, y para el desarrollo del sector agrícola presentarán «una compensación y estímulo a pequeños productores de soja y cooperativas que implicarán una inversión pública de hasta $11.550 millones para el sector», dijo Guzmán.
Además, «se reducen hasta fin de año las alícuotas para las ventas al exterior de grano de soja como para sus principales derivados», agregó el ministro.
De esta forma, los derechos de exportación de la soja se reducirán de 33% a 30% en octubre, para luego aumentar paulatinamente en noviembre (31,5%), diciembre (32%) y regresar al 33% en enero.
Se reglamentará la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que estableció un tope del 8% para los derechos de exportación de los metales.
La baja para las exportaciones industriales se escalonará de acuerdo con el tipo de producto y se eliminará para muchos bienes finales, en un intento por acelerar el ingreso de divisas y estabilizar así un mercado cambiario que atraviesa turbulencias hace semanas.
El funcionario dijo que también habrá beneficios impositivos para el sector de la construcción y reintegros a las exportaciones agrícolas de productores de baja escala.
Por la noche, el Banco Central dispuso que abandonará el mecanismo de devaluación uniforme diaria del peso, en otra medida para lidiar con la escasez de dólares del país.
Respecto al sector minero, se reglamentará la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que estableció un tope del 8% para los derechos de exportación de los metales.
En lo que respecta al plano financiero y la búsqueda de ahorro e inversión en moneda local, el titular del Palacio de Hacienda anticipó que el martes “estaremos licitando una herramienta -un bono- en pesos, atado a la variación del dólar”.
Además, adelantó que el Banco Central, «presentará una tasa que será referencia de todos los sectores», y destacó que los rendimientos de los depósitos a plazo fijo «serán positivos» respecto a la inflación.
En cuanto a las medidas vinculadas al sector industrial, Guzmán dijo que se reducirán «los derechos de exportación de los bienes finales industriales a 0% y de los insumos elaborados industriales al 3%»..
Además «subimos el piso de reintegros a la exportación en función del valor agregado: subimos los bienes finales industriales a 7% y de los insumos elaborados industriales a 5%», agregó.
Con respecto al sector minero, se reglamentará la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que estableció un tope del 8% para los derechos de exportación de los metales.
Sobre el sector de la construcción, al que calificó de «central para la recuperación de la economía», Guzmán anunció que el Gobierno enviará al Congreso dos proyectos de Ley: Beneficios impositivos para estimular la inversión en proyectos nuevos, y exención durante tres años del pago de Bienes Personales sobre los activos financieros que se apliquen a nuevas construcciones.
Además, se diferirá el pago del Impuesto a las Ganancias y del Impuesto sobre las Transferencias de Inmuebles correspondiente al aporte de un inmueble (por ejemplo, un terreno) a un proyecto de construcción hasta el momento de finalizada o cobrada la obra.