Estados Unidos debería reanudar la aplicación de las vacunas contra el covid-19 de Johnson & Johnson, según recomendó el viernes un grupo de expertos a las autoridades sanitarias, tras una pausa motivada por la preocupación por los coágulos sanguíneos.
Las autoridades de Salud de Estados Unidos propusieron el 14 de abril la suspensión de la vacuna a raíz de algunos casos graves de coágulos de sangre de entre los millones de estadounidenses que la recibieron.
El panel se pronunció por 10 a 4 a favor de recomendar el levantamiento de la pausa, pero la jefa de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, tomará la decisión final.
“La vacuna covid-19 de Janssen está recomendada para las personas de 18 años o más en la población estadounidense en virtud de la autorización de uso de emergencia de la FDA”, dijo el grupo convocado por los CDC.
Según los datos presentados el viernes, de los 3,9 millones de mujeres que se pusieron la inyección de Johnson & Johnson, 15 desarrollaron coágulos sanguíneos graves y tres murieron.
La mayoría de los casos confirmados, 13 de los 15, tenían menos de 50 años. No se registraron casos entre los hombres.
El regulador europeo de los medicamentos dijo el martes que los coágulos sanguíneos deberían figurar como un efecto secundario “muy raro” de la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson.
El regulador dijo que su comité de seguridad “concluyó que debería añadirse a la información del producto una advertencia sobre coágulos sanguíneos inusuales con plaquetas bajas” para la vacuna de J&J.