Por cuarto día consecutivo los ataques aéreos de Israel hacia Palestina continúan. Desde el lunes, al menos 87 personas, entre ellas 17 niños, han muerto, de acuerdo con datos de autoridades de salud palestinas.
El conflicto se ha extendido a ciudades mixtas en Israel donde árabes israelíes y judíos israelíes han protagonizado enfrentamientos y linchamientos.
Este jueves la escalada de violencia entre Israel y el grupo armado palestino Hamás se recrudeció en dos frentes: intensificación de los bombardeos en la Franja de Gaza, desde donde los movimientos palestinos siguen lanzando cohetes en dirección a Israel, y los disturbios en varias ciudades símbolos hasta ahora de la cohabitación árabe-israelí.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ordenó el jueves un despliegue “masivo” de fuerzas de seguridad en estas ciudades donde cohabitan israelíes y palestinos con ciudadanía israelí, para combatir la violencia interna registrada en los últimos días.
Las fuerzas del aire de Israel bombardearon múltiples objetivos, presentados como posiciones relacionada con Hamás, el movimiento islamista que controla el enclave palestino.
En Gaza, ya se contabilizan 487 personas heridas, informó el jueves el ministerio de Salud de la Franja, en tanto, portavoces militares israelíes dijeron que han bombardeado Gaza más de 600 veces desde el lunes y desde la Franja los movimientos armados palestinos han lanzado más de 1.600 cohetes en dirección a Israel, informó AFP.
Medios locales han señalado que es posible que Israel ya esté estudiando una operación terrestre en Gaza. Los primeros enfrentamientos se suscitaron entre manifestantes palestinos y policías israelíes a inicios de mayo y con el paso de los días han dejado un saldo de centenares de heridos en Jerusalén Este.
El punto de discordia es Jerusalén. Israel considera que toda la ciudad es su capital “indivisible” mientras que los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspiran. La preocupación crece en la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para otra reunión de emergencia el miércoles.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan, llamaron este miércoles a la “desescalada”, igual que lo hizo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mientras que el enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió del riesgo de una “guerra a gran escala”. Por su parte la Corte Penal Internacional (CPI) advirtió que pueden haber “posibles crímenes” cometidos en el conflicto.