El ministro británico encargado de negociar sobre el Brexit, Michael Gove, estimó las probabilidades de lograr un acuerdo comercial con la Unión Europea en menos del 50%, asumiendo un tono pesimista solo dos semanas antes de que Gran Bretaña complete su salida del bloque.
Su pesimista predicción contrastó marcadamente con los comentarios del principal negociador de la UE que sugerían que había logrado un buen progreso. Ambas partes están tratando de evitar un final turbulento a cuatro años de tortuosas discusiones.
El optimismo había aumentado sobre que era inminente un acuerdo para mantener el comercio de bienes que representa la mitad del comercio anual entre la UE y el Reino Unido, con un valor de casi un billón de dólares en total, libre de aranceles y cuotas más allá del 31 de diciembre.
Pero ambas partes aseguran que todavía hay brechas por salvar y hasta ahora no estaba claro si alguna de las dos cambiaría lo suficiente como para abrir el camino a un gran avance.
Fuentes diplomáticas de la UE dijeron que los 27 estados miembros recibirían una actualización el viernes, aunque sugirieron que era más probable que cualquier decisión sobre un acuerdo se tomara el sábado.
Previamente, el ministro del Interior británico, Priti Patel, dijo que las conversaciones habían entrado en el «túnel», jerga de la UE para la fase final y secreta de hacer o deshacer, y el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, tuiteó: «Buen progreso, pero quedan los últimos obstáculos».
Gove, quien supervisó la implementación de un acuerdo de divorcio previo, dijo a un comité parlamentario que «creo que, lamentablemente, es más probable que no logremos un acuerdo».
Puso la probabilidad en «menos del 50%», agregando que, si el Parlamento británico no hubiera tenido tiempo de aprobar el acuerdo como ley antes del 31 de diciembre, «entonces el tiempo se agotó y no se habría alcanzado ningún acuerdo y nosotros estaríamos en un mundo en el que negociaremos en los términos de la OMC (Organización Mundial del Comercio)».
Más tarde afirmó que creía que el último plazo posible para llegar a un trato era en los días inmediatamente posteriores a Navidad.
No llegar a un acuerdo sobre el comercio de bienes provocaría remezones en los mercados financieros, dañaría las economías europeas, complicaría las fronteras e interrumpiría las cadenas de suministro en Europa y más allá.
El primer ministro, Boris Johnson, el rostro de la campaña del referéndum del Brexit de 2016, ha dicho durante mucho tiempo que no aceptará un acuerdo que no respete la soberanía británica después de ganar una elección el año pasado con la promesa de «recuperar el control».
Gove comentó que algunas de las diferencias restantes fueron «al corazón mismo del mandato (del gobierno)».
Un funcionario de la UE que se negó a ser identificado dijo que los desacuerdos sobre las pesquerías aún no se habían resuelto, pero que se estaban llevando a cabo intensas conversaciones para el camino a seguir sobre las cuotas y un período de transición.
Dos diplomáticos de la UE y un funcionario del bloque afirmaron que no esperaban que se llegara a un acuerdo para el viernes.
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