El gobernador del estado de San Pablo, Joao Doria, anunció hoy una fase de emergencia del lunes 15 hasta el 30 de marzo con toque de queda nocturno y cese de actividades presenciales porque ya no hay más médicos para atender al colapsado sistema de terapia intensiva de la región más rica y poblada de Brasil.
Poco después, el gigante sudamericano volvió a registrar, por segundo día consecutivo, más de 2.200 muertos, informó el Ministerio de Salud en su última actualización de datos.
En las últimas 24 horas se registraron 2.333 decesos, cifra que suma un total de 272.889, mientras que el número de casos confirmados es el segundo más alto hasta la fecha: 75.412 contagios frente a los 79.876 detectados el día anterior, lo que eleva la cifra total a 11.277.717 enfermos en poco más de un año.
«Hay riesgo real de colapso y no tenemos una coordinación nacional de la pandemia», afirmó el gobernador del Estado.
En San Pablo, la situación es tan crítica que también se suspendieron los partidos, inclusive sin público, del campeonato paulista de fútbol, todos los cultos religiosos, el funcionamiento de oficinas y los comercios, además de las clases, aunque se mantendrán abierta las escuelas para apoyo y comedores.
«Hay riesgo real de colapso y no tenemos una coordinación nacional de la pandemia», afirmó Doria, al anunciar con su Gabinete la más severa restricción de circulación de personas en el estado con 46 millones de personas y que genera un tercio de la riqueza de Brasil.
Hay 9.000 internados en terapia intensiva y casi la mitad son menores de 50 años, en el marco de la devastadora cepa del coronavirus detectada en el Amazonas, que convirtió a Brasil en el país con más muertes en el mundo en los últimos siete días.
La ocupación de camas de terapia intensiva llegó al 100% en los mayores hospitales de San Pablo y en total el estado tiene una ocupación hospitalaria del 87% cuando el 17 de febrero era del 66%¨.
La segunda ola con la variante de Manaos puso en colapso a los tres estados del sur -Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná- y ahora San Pablo se encuentra al borde de no tener capacidad para atender a todos.
La devastadora cepa del coronavirus detectada en el Amazonas convirtió a Brasil en el país con más muertes en el mundo en los últimos siete días.
«Es la mayor crisis sanitaria de la historia, peor que la gripe española de 1918, peor que todo lo conocido, la red publica y privada nunca estuvieron tan equipadas pero ahora están siendo presionadas», dijo a medios locales el secretario de salud paulista, Jean Gorinchteyn,
El funcionario aseguró que el 50% de la ocupación hospitalaria es de personas menores de 50 años y pidió usar barbijo y evitar aglomeraciones, unas medidas que fueron desalentadas por el Gobierno nacional del presidente Jair Bolsonaro.
El objetivo es retirar el movimiento de 4 millones de personas y se cambiará el horario de ingreso de los trabajadores por sector, entre las 7 y las 10 de la mañana para evitar subtes y colectivos colapsados.
«Si esto no se cumple, con toque de queda y mucho coraje para fiscalizar, no habrá camas para nadie. Ni los hospitales privados con el mejor seguro médico privado no tendrán camas», opinó Joao Gabbardo, exviceministro de Salud y coordinador del comité paulista de Covid-19 de San Pablo.
La situación de emergencia fue declarada luego de que en salitas de primeros auxilios murieran al menos 38 personas en el Gran San Pablo por falta de camas de terapia intensiva, incluido un niño de 3 años.San Pablo superó los 60.000 muertos y tuvo 469 en un día.
«No es un lockdown (bloqueo total), que es la última fase», aclaró el gobernador Doria.