El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció el martes el fin del uso obligatorio de mascarillas y la reapertura total de los comercios, estimando que el segundo estado más poblado de Estados Unidos tiene “los medios para proteger” a su población del coronavirus.
“A partir del próximo miércoles, todos los comercios de todo tipo podrán abrir al 100% de su capacidad”, afirmó el gobernador en un decreto que “pone fin, en todo el estado, a la obligatoriedad del uso de mascarillas”, vigente desde julio de 2020.
“Gracias a los avances médicos en materia de vacunas y tratamientos con anticuerpos, Texas tiene ahora los medios para proteger a sus habitantes del virus”, dijo Abbott,en un discurso dirigido a miembros de la Cámara de Comercio de Lubbock, en el noroeste del estado.
“Gracias a los avances médicos en materia de vacunas y tratamientos con anticuerpos, Texas tiene ahora los medios para proteger a sus habitantes del virus”, anunció el gobernador.
“Durante casi seis meses, a demasiados texanos se les ha negado la oportunidad de trabajar, demasiados propietarios de pequeñas empresas han tenido dificultades para pagar sus facturas”, añadió Abbott. “Nos aseguramos de que todas las empresas y familias de Texas tengan la libertad de determinar su propio destino”, dijo.
Según la nueva norma, las empresas pueden limitar, si lo desean, el aforo de sus locales o establecer protocolos sanitarios. El gobernador señaló que si bien las autoridades judiciales pueden tomar medidas para mitigar el avance de la pandemia si la ocupación hospitalaria supera el 15 por ciento en alguno de los condados, los jueces no pueden imponer penas de prisión u otras sanciones por no cumplir las restricciones contra el coronavirus.
Abbott, quien confía en el programa de vacunación para poder relajar las restricciones contra el coronavirus, prevé que para la próxima semana unas siete millones de personas hayan sido ya vacunadas en todo el estado, que promedia unos 5.000 casos de coronavirus diarios desde la última semana.
Casi 44,000 personas han muerto de COVID-19 en Texas desde el comienzo de la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins. El lunes, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la principal agencia federal de salud pública del país, advirtió contra cualquier flexibilización de las medidas sanitarias, especialmente en el uso de mascarillas.
En Estados Unidos, el país más golpeado por la crisis del coronavirus, hay más de 28,7 millones de casos de coronavirus y cerca de 550,900 fallecidos, según las últimas cifras oficiales.