La historia se remonta al siglo XIX en Francia, luego de que la plaga phylloxera destruyera los viñedos de la zona. Un joven destilador, llamado James Burrough, se vio obligado a abandonar la producción de licores y enfocarse en el producto local, el gin. Él era en realidad un exitoso farmacéutico que vio el triunfo de las destilerías de gin en Londres y quiso aprovechar la oportunidad para poner en práctica sus conocimientos de laboratorio en otro rubro.
Así nació Beefeater, el gin más premiado del mundo fabricado en Londres y con distribución a nivel global por el grupo Pernod Ricard. La marca de Burrough debe su nombre a un ícono de la capital inglesa; inspirado en los beefeaters o Yeoman Warders, famosos guardias de la Torre de Londres, James Burrough quería un símbolo que fuera reconocible en todo el mundo y que a su vez relacionara el producto a su origen.
Actualmente, el maestro destilador es Desmond Payne, la persona con más experiencia en el mundo destilando gin, habiendo cumplido recientemente 50 años de experiencia. Él es el responsable de mantener la calidad y el carácter único de Beefeater London Dry Gin.
Hecho de forma tradicional y artesanal, tanto en sus métodos como en los instrumentos y técnicas utilizados, Beefeater es uno de los gins más antiguos de Londres. Parte de la clave de su éxito es que se trata de un gin con buen cuerpo y un perfil cítrico y equilibrado comparado con otras marcas internacionales. Y, a diferencia de muchos, tiene un estilo que perdura en el paso de tiempo, fiel al original gin que desembarcó en 1863.
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