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Chubut: Cuál es la bodega patagónica emergente que produce vinos en climas extremos
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Chubut: Cuál es la bodega patagónica emergente que produce vinos en climas extremos

La provincia de Chubut se ha transformado en el epicentro de nuevas bodegas y una selección de vinos con características excepcionales. La bodega Contra Corriente, situada en Trevelín, es un claro ejemplo de esta tendencia. Con etiquetas meticulosamente elaboradas bajo la supervisión de la reconocida enóloga Sofía Elena, se ha consolidado como un referente en la producción de vinos de alta calidad en la región.

Claro que provincias como Mendoza y Tucumán han demostrado que van llevando la batuta cuando de producción vitivinícola se trata. Sin embargo, en la provincia de Chubut, las hectáreas enológicas van cobrando protagonismo y, sin duda, la bodega Contra Corriente resalta con su propuesta. Bajo la dirección de la enóloga Sofía Elena, la localidad de Trevelín es el hogar de una extraordinaria producción de uvas de corta maduración escogidas por esta bodega que se ha enmarcado en presentar una línea de vinos que captura la esencia y los aromas del clima frío y el terroir único de la región.

Rance Rathie y Travis Smith, propietarios de la bodega; junto a la enóloga Sofía Elena.

La localidad de producción no fue elegida por casualidad, su historia data del año 2018, cuando Rance Rathie y Travis Smith, dos amigos de Montana, Estados Unidos, decidieron iniciar un nuevo proyecto en una localidad que ya formaba parte de su cotidianidad. Unidos por su amor por las actividades al aire libre y su proyecto Patagonia River Guides, establecieron esta bodega en Trevelín con miras a presentar una experiencia completa que a su vez permitiera disfrutar de los encantos que la zona ofrece. Actualmente, la producción es de menos de 10,000 botellas, y cada una refleja el compromiso con la excelencia y la calidad.

En relación con la experiencia y la historia, este ambicioso proyecto se beneficia enormemente de la vasta trayectoria de la reconocida enóloga argentina Sofía Elena. Su presencia constante y su compromiso durante todas las etapas, desde la cosecha hasta el producto final, han sido esenciales para el éxito de cada añada.

 

–     ¿Cómo ha sido el boom de la industria vitivinícola en Chubut?

La actividad en la provincia tiene aproximadamente 20 años, pero específicamente Trevelín comenzó hace unos 10 años aproximadamente. Chubut tiene hoy en día aproximadamente 180 hectáreas de viñedo, y de acuerdo a donde estos se ubican puede dividirse en 4 zonas en las que se diferencian muy bien los distintos paisajes y los índices bioclimáticos: de frío a menos frío, Cordillera, Comarca Andina (Noroeste de la provincia), Meseta sur, Meseta norte (todo el centro de la provincia) y Costa (noreste).

–     ¿Cuál es el desafío de producir vinos en dicha zona?
El desafío más grande es lograr una buena maduración de uva y el trabajo anual en Contra Corriente se enfoca en trabajar el viñedo para poder lograr la mayor concentración de gusto posible para esa época. Eso implica, además del control de heladas frecuentes con aspersión para proteger las plantas, hacer varias pasadas por las hileras trabajando cada planta en forma manual. Además, el frío ya de por sí las debilita, entonces nuestra prioridad es que estén lo más saludables posible empezando por un suelo fértil y sano que permita la buena nutrición. Para los trabajos de viñedo, tenemos un equipo permanente que se fue formando junto conmigo ya que en la zona casi que no existe la mano de obra dedicada a los cultivos, menos la vitivinicultura. Es un trabajo intenso, pero la satisfacción, por mi parte, es la de lograr vinos con perfiles que antes no se veían en Argentina: ligeros, de bajo alcohol, con fineza y elegancia, con una acidez vibrante y muy aromáticos. Son los vinos que me gusta beber.

Rance y Travis de un principio, cuando me sumé al proyecto, estaban dispuestos a invertir en todo lo necesario para hacer este trabajo minucioso en el viñedo y lograr hacer el mejor vino posible en bodega. Ya de por sí es raro encontrar bodegas/viñedos chicos haciendo vino de uva propia en Argentina, más raro aún es encontrar viñedos que se dedican a hacer muy buenos vinos blancos y Pinot, algo que yo personalmente había visto de mis experiencias de trabajo en Europa pero no tanto acá. Tal vez, eso es lo que ha causado el «boom» en la zona, muchas miradas se dirigen hacia acá porque nuestros vinos están haciendo ruido por su carácter único y su enorme potencial para hacer grandes vinos.

–     ¿Cómo son las características de los varietales debido al clima?

Trevelín pertenecería a la zona Noroeste, específicamente Cordillera, que es la más fría de todas por su proximidad a las montañas y su latitud más al sur. Es un área con un clima frío de «transición» húmeda en el cual el valle se atempera bastante a pesar de estar tan al sur (paralelo 43º) por la entrada de vientos húmedos provenientes del Pacífico. Los índices bioclimáticos para un cultivo corresponden a un clima «demasiado frío» a «muy frío», por lo cual estamos en una zona extrema para la maduración: las variedades que tenemos son todas de ciclo de maduración corto (Gewürztraminer, Chardonnay y Pinot Noir) y cosechamos muy tarde en abril.

–     ¿Cuáles son sus proyecciones, tendrá pruebas con nuevas uvas?
Sobre las proyecciones, estos proyectos chicos en lugares complicados y lejanos como lo es Trevelin son muy costosos, entonces el objetivo nuestro es lograr ser sustentables en el tiempo, mantenernos y seguir intentando lograr muy buenos vinos. Tenemos todavía mucho camino por delante ya que solo tenemos 7 vendimias. El objetivo es lograr entender bien el terroir y que pasa con cada añada en cada vendimia. La idea no es tanto experimentar con más variedades sino llegar a ser expertos en Pinot y las dos variedades blancas que tenemos, pero no descartamos probar con otra más. Nuestros espumantes también están haciendo ruido y creemos que podemos lograr una de las mejores expresiones de Argentina.

Para beneficio de la región, sería bueno instaurar escuelas agrotécnicas en la zona que sumen mano de obra entrenada a la viticultura local y puedan relacionarse con otras instituciones de otros lugares fríos. También tener acceso a más material vegetal de Pinot y blancas. Como ejemplo, en regiones reconocidas como Oregon y Central Otago (NZ) que tienen una historia reciente con el Pinot, las bodegas cuentan a veces en promedio con 5 a 10 clones de Pinot con distintos injertos. Todo ello con el objetivo de probar año tras año y ver las expresiones que da cada uno y lograr así mayor complejidad en los vinos en el blend. En Argentina solo hay 2 o 3 disponibles. Las variedades blancas también son muy escasas. No hay duda que la zona tiene mucho futuro.

Más info

Instagram: @contracorrientebodega

web: https://contracorrientebodega.com/

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