Por Lucrecia Melcior
Fotos: Matías Quintana
¿Está bien fotografiar la comida? ¿Por qué ahora todos buscan la foto de la comida perfecta? Con el boom de las redes sociales, especialmente Instagram, cada vez más gente muestra y comparte sus experiencias gastronómicas. No sorprende la cantidad de publicaciones que hacen referencia a manjares visuales, esto es fácil de comprobar: solo hay que hacer una búsqueda con el hashtag #foodpic, #instafood o #foodies y dejar sorprenderse con el resultado.
Tampoco sorprende cuando la comida está servida y los comensales, antes de empezar a comer, sacan sus celulares y dan comienzo a una casi producción fotográfica profesional. ¿El objetivo? Lograr “la foto”, que esa imagen dé ganas de comer, lograr que la experiencia gastronómica dé envidia.
Esta tendencia fotográfica se llama food styling, y hay profesionales que se dedican al detrás de escena y cuidan todos los secretos de lo que comemos. La gastronomía cuenta con un equipo de trabajo para hacer que lo que comemos o tomamos tenga una cuota de creatividad y estilo, haciéndolos más atractivos a nuestra vista.
Matías Quintana, fotógrafo egresado de ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), y Paula Cecilia Masoero, profesional gastronómica con especialización en pastelería, Food Stylist y Food Designer, egresada del IAG, de la escuela del Gato Dumas y del Sindicato de Pasteleros, forman una dupla foodie creativa imbatible.
Al no contar con los sentidos del olfato y del tacto, los fotógrafos y estilistas gastronómicos deben centrarse en la vista para despertar en el espectador el deseo de probar la comida. “En redes se está tendiendo mucho a mostrar alimentos vinculados a ideas originales y un contexto o situación. Las tomas macro de texturas, detalles, procesos, tonos impactantes aplicadas a los alimentos es lo que más impacta hoy día”, explica Matías Quintana.
Es cierto que en la actualidad cada uno que disponga de un celular a mano, fácilmente puede convertirse en un generador de contenido. La tecnología, cada vez más accesible, permite que todos podamos ser un canal de creación; y si a eso le sumamos el fanatismo foodie por mostrar los alimentos como objetos de deseos, cada uno puede ser un propio canal de comunicación buscando la manera de contar historias a través de sabores, estaciones y estética”.
Sin embargo, el trabajo de los profesionales del estilismo culinario es bastante más integral, abarca desde la selección y compra de los ingredientes perfectos que se van a utilizar en la sesión hasta la organización de los platos y utensilios en la mesa, teniendo en cuenta colores, formas y texturas que sumado a la mirada y estética de un fotógrafo, hacen del food styling una disciplina en crecimiento y la elegida por las mejoras marcas y cadenas de gastronomía.
“Con la vorágine de material visual, el desafío para nosotros como equipo está puesto en no caer en la “rutina y la repetición” y buscar imágenes que impacten”, dice Paula. “Lo que se viene a nivel visual es trascender la foto y acercarse más al público con escenas con movimiento, como por ejemplo un video corto o cinemagraph, (una imagen en donde se mueve solo un elemento)”, agrega Paula.
El food styling es una disciplina en crecimiento y la clave del éxito está en practicar. Pueden ser fotógrafos o food stylists profesionales, lo cierto es que todos buscan crear una imagen atractiva. ¡Celulares en mano!
CÓMO TOMAR IMÁGENES FOODIES
• Para las tomas usar luz natural, y si es de una ventana con cortina, mejor, para lograr luz tamizada.
• Las tomas cenitales o desde “arriba” son ideales para mostrar un producto y una “situación o contexto”.
• Buscar alimentos con colores bien definidos.
• Para dar sensación de pulcritud y luminosidad, trabajar sobre mármol blanco.
• Para que una ensalada de “verdes” se vea súper fresca, rociarla antes de hacer la foto con agua fresca.
• Una alianza perfecta: los colores vivos y opuestos.
• Fondos que funcionan siempre: chapones oxidados y maderas viejas y gastadas.
• A las carnes, darles pequeños brillitos con aceite y pincel.