Mesas colaborativas, mamparas de cristal en vez de paredes y revestimientos de fácil limpieza son los nuevos pedidos a la hora de rediseñar los espacios laborales para que se adapten a la mayor rotación y la ocupación flexible de hoy en día.
Durante los últimos dos años fueron muchos los hábitos que cambiaron. Mientras que en un principio las oficinas se tomaron un descanso de los colaboradores y viceversa, a su vuelta o en el moderado retorno a la normalidad, las empresas tuvieron que remodelar los espacios laborales en función a las nuevas y diferentes necesidades.
La reestructuración en las oficinas pospandemia se basó en crear espacios de trabajo que fomenten la creatividad y funcionalidad, convirtiéndose más bien en espacios de convivencia. De esta manera, se dejó atrás el espacio individual y propio de cada empleado, mientras que las mesas colaborativas ganaron mucho lugar con el objetivo de favorecer la comunicación y la cooperación. Además, lejos de paredes o biombos, las mamparas de cristal transparente se impusieron en la separación y compartimentación de espacios, ayudando a dar más sensación de amplitud sin perder privacidad.
Sin embargo, una diferente distribución o elección de muebles no fue lo único que cambió. En este contexto, si bien muchos volvieron a su lugar original, unas tantas compañías optaron por oficinas más chicas, considerando la modalidad híbrida que requiere de menos cantidad de personas físicas en simultáneo.
“Esto llevó a considerar espacios más luminosos que transmitieran calidez. Frente a ello, los revestimientos símil madera se convirtieron en protagonistas por la amplitud que le aportan al entorno. Asimismo, otro de los factores que incidió en esta tendencia es la facilidad para su limpieza y mantenimiento, especialmente si poseen juntas pequeñas que facilita el cuidado”, explica María del Mar Danuzzo, responsable de arquitectura comercial de Familia Bercomat.
Estas piezas generan un movimiento que da un aire divertido y original al espacio, que rompe con las tradicionales oficinas “serias y aburridas”. Asimismo, se hace presente también el color como medio para activar las emociones: amarillo para la vitalidad, azul para la productividad o verde para la creatividad, entre otros.
“El diseño es un aliado para actualizar los entornos de trabajo. En este sentido, y en plena vuelta a la “normalidad”, es clave que estos espacios, a través de su ambientación moderna y alegre, fomenten la creatividad, así como también, permitan disfrutar del encuentro entre pares y compañeros, motivando y haciendo más ameno el retorno a las oficinas”, finalizan desde Familia Bercomat.
