Popularizado en 1800 en Nueva York, el pastrami –también conocido como pastrón– es carne vacuna sometida a un curado en salmuera y posterior ahumado en caliente, que se corta y consume en finas rodajas. Con sus orígenes en las tradiciones culinarias de los judíos de Rumanía y Hungría en Europa del Este, el pastrami se popularizó tanto que hasta nació el «pastrami «sándwich» tal y como lo conocemos hoy en día. Aquí, algunos lugares que conquistan paladares por su sabor intenso y textura tierna.
BILBO CAFÉ
Fuera de los congestionados polos foodie, Bilbo es una alternativa para degustar de un buen café hecho con granos de Colombia, y acompañar con recetas artesanales bien variadas. El menú tiene opciones para consumir a lo largo de toda la jornada, con desayunos, brunch, meriendas, platos de cocina y otros más descontracturados, como los sándwiches especiales. Uno de los recomendados es el Hot Pastrami, en pan de molde y relleno con un pastrami casero. Para su elaboración usan tapa de asado, que curan en una salmuera durante siete días. Esta pieza luego se hornea con especias por cuatro horas y, para finalizar, se pincela con el líquido de la cocción y se deja reducir con cebollas cortadas en pluma, hasta que caramelice. Esta carne tierna y jugosa, de sabor ahumado, dulce y especiado, se corta en lonjas y se sirve entre rodajas de pan de molde con pickles de pepino, cebolla caramelizada, aderezo de mostaza con miel y una guarnición de chips de batata. Además de de las 27 variedades de cafés, la carta sugiere té en hebras, chocolatada, licuados y un imperdible After Coffee (copa de vino y cócteles clásicos, dos a un precio especial). Sus locales en Villa Crespo, Villa Urquiza, Saavedra y Recoleta se caracterizan por la decoración retro y las mesitas al sol.
Direcciones: Beláustegui 802, Villa Crespo; La Pampa 5501, Villa Urquiza; Crisólogo Larralde 6293, Saavedra; y Junín 1930 Centro Cultural Recoleta, Recoleta.
Instagram: @bilbocafe
LILIANA HELUENI
La cocina árabe sefaradí del restaurante Liliana Helueni pisa fuerte en el barrio de Montserrat: desde hace más de 23 años es conducido por su dueña, que le cede el nombre al salón, y se destaca por ofrecer platos típicos, entre entradas, principales y postres para llevar o consumir en el lugar. Uno de los más solicitados es el pastrón al horno con guarnición de arroz pilaf y fideos de cabello de ángel tostados. La carne se prepara con tiempo: cuatro horas de adobe y otras cuatro de cocción. El toque final lo marca una condimentación de especias y ajo fresco. Para aquellos comensales que deseen probar otras especialidades, no pueden faltar los knishes de papa, el muarrak de queso o verdura (triangulitos de masa fila rellenos) o lamayin abierta (empanada árabe abierta de carne con salsa agridulce), entre otros.
Dirección: Santiago del Estero 244, Montserrat.
Instagram: @lilianahelueni
MAGO
Conocida por sus cortes de carne excepcionales, Mago Parrilla en Belgrano invita a degustar un pastrón artesanal, cocido y ahumado al fuego de las brasas. La tapa de asado se cura en el local durante 12 días en una solución especial, luego se enjuaga con agua fría y se recubre con una mezcla de azúcar negra y especias. Después se brasea junto con vegetales y vino tinto a baja temperatura en el horno. Tras la cocción, se deja enfriar en la heladera durante toda la noche. Finalmente, se sirve una pieza de 220 gramos, que antes de llegar a la mesa, se ahuma en la parrilla durante 15 minutos y se baña con el fondo de cocción y lo acompaña una ensalada de coleslaw y pepinos en vinagre, creando una combinación de sabores y texturas. Otras guarniciones recomendadas son las papas y boniatos fritos con polvo de provenzal o jamón crudo. Además, la carta de vinos, cuidadosamente seleccionada por la reconocida sommelier Marcela Rienzo, ofrece una variedad de opciones ideales para maridar con los sabores de esta preparación.
Dirección: Monroe y Montañeses, Belgrano.
Instagram: @magoparrilla
