Los ronquidos, el calor corporal, las piernas inquietas, los horarios diferentes y el anhelo de espacio personal son solo algunas de las razones por las que algunas parejas eligen dormir separadas, ya sea en camas diferentes en la misma habitación o en habitaciones distanciadas por completo.
Según un estudio de la National Sleep Foundation, una de cada seis parejas estadounidenses duerme en habitaciones o camas distintas, los resultados son similares en países como Inglaterra o Japón.
Cada vez más parejas eligen dormir separadas. Aunque todavía no es una tendencia mundial, algunas personas lo consideran para mejorar su relación de pareja que en muchas ocasiones sufren de crisis por incomodidades al dormir. Para algunos dormir solo podría salvar la relación. La licenciada Silvina Luna de DIM Centros de Salud explicó que más allá de la pandemia, la manera de relacionarse con los demás está cambiando: conocer una pareja, encontrarse, seducir, amarse y de compartir vidas, incluso el momento de dormir. Dormir juntos es parte de los acuerdos que los miembros de una pareja pueden hacer para estar cómodos en su relación.
“Del mismo modo que la familia como institución se ha modificado mucho durante los años, lo mismo sucede con las costumbres de las parejas. También es real que muchas parejas dormían juntas por presiones culturales y ahora pueden permitirse hacer aquello que hubieran deseado hacer siempre: dormir separados. De todos modos, no me imagino que esto pase a ser una práctica generalizada ya que desde lo afectivo suele haber un deseo de dormir juntos para muchas parejas”, explica Silvina Luna de DIM Centros de Salud.
La especialista de DIM Centros de Salud contradice el mito de que dormir en camas separadas puede permitir un mejor descanso o incentivar el deseo sexual. Un buen descanso se logra con la combinación de varios factores como alimentación saludable, actividad física, así como el deseo sexual necesita de diferentes estímulos para activarse. “El mejor descanso no se dará únicamente por dormir en camas separadas. Hacerlo podría mejorar el descanso en algunas parejas que así lo acuerden. Respecto a incentivar el deseo sexual, sucede lo similar. No se trata de una tecla que se prende o apaga con un único estímulo, sino que como sabemos a partir de muchas investigaciones es algo que se incentiva de muchas maneras. Es decir, dormir en camas separadas no aumentará el deseo sexual. Eso va a depender del significado que la pareja le asigne a ese hecho”.
Dormir en camas separadas no superará de manera aislada en caso de tener problemas de pareja. Generalmente las parejas sienten el deseo de dormir juntos por cuestiones afectivas, no es únicamente por encuentro sexual sino también el estar en contacto con el otro, el abrazo, el mimarse, etc. “En algunos casos recomendarlo podría servir, pero eso se haría una vez evaluada la situación y el posible problema de esa pareja. Por ejemplo, en una pareja en donde pudiera existir un buen vínculo cotidiano, sin mayores dificultades, pero cuando llega el momento del descanso, no se ponen de acuerdo con dejar la luz prendida o apagada, ver TV hasta tarde o alguno ronca y el otro no puede dormir y esto es un conflicto, uno podría pensar en esa posibilidad”.
Estar en pareja no significa nada más dormir juntos, implica también compartir deseos e intereses. Lo importante es compartir más allá de que se duerma o no en la misma cama. Según estudio realizado en el Reino Unido, en el que se entrevistaron a 5 mil personas, se les preguntó por lo que más le gustaba de su relación de pareja, el sexo no apareció entre las respuestas más comunes. “La vida sexual es una parte de la vida en pareja. Para algunas es una parte central y para otras no tanto. Es un punto más a acordar. Aspectos centrales para mejorar la vida sexual son una buena comunicación, la creatividad y buscar tiempo para la intimidad”, afirma la especialista.