El universo de esta marca, es muy particular. Cada nueva creación es un mundo en sí mismo. Un espacio totalmente innovador que nace de un juego entre el espíritu y las sensaciones. En este caso, singular pero atemporal, innovador e impulsado por el rendimiento, el nuevo cronógrafo de estilo único RM 72-01 se encuentra en el mix entre la alta relojería, la danza y la música. Un reloj que prioriza el movimiento en todas sus formas. Movimiento del tiempo, de los cuerpos, de las notas. En Argentina, la marca posee la Boutique Richard Mille situada en Puerto Madero, siendo la única en Sudamérica.
Para este lanzamiento se necesitaron artistas de renombre como el coreógrafo Benjamin Millepied y el compositor Thomas Roussel para expresar plenamente en términos técnicos y artísticos las tremendas ambiciones de este proyecto. Al igual que Richard Mille, estos dos creadores han construido su obra, WITHIN, sobre una visión decididamente singular y una obsesión por la sincronización perfecta y el movimiento armonioso.
Para su trabajo titulado WITHIN, Benjamin Millepied tuvo lugar detrás de la cámara esta vez, en el Joshua Tree, en el corazón de arena y piedra. Este crudo entorno mineral exalta la nobleza y la belleza de los materiales que Richard Mille emplea para sus relojes. En medio de esta sublime decoración, los bailarines despliegan una coreografía de paralelos cíclicos que tamiza y aventa los segundos, vistiendo el tiempo y el espacio con intensa vitalidad y energía
La última referencia de Richard Mille, es parámetro definitivo de la emoción, es una obra en la que la tecnicidad sirve e impulsa la máxima elegancia. También es una creación propia, ya que es el primer cronógrafo flyback desarrollado y diseñado íntegramente por la marca. Un logro que corona no menos de 30 meses de trabajo a tiempo completo por parte de un equipo especialmente dedicado en Suiza.
El nuevo RM 72-01 mantiene el tiempo, tres tiempos por compás, un ritmo que enfatiza tres números: tres, ocho y once. Digamos que tres latidos para los tres contadores que capturan inmediatamente todas las miradas. Las manos bailan en armonía estilizada dentro de sus tres respectivas escalas de tiempo (azul por segundos, naranja por minutos, verde por horas), orquestadas por una rueda de seis columnas.
Las transferencias de minutos a horas se han aislado de la rueda de segundos en este cronógrafo flyback que incorpora un mecanismo de doble piñón oscilante desarrollado y patentado por Richard Mille. La marca ha presentado una solicitud de patente para su cronógrafo de doble embrague. “Este piñón, que puede engancharse o salirse de los dientes del engranaje, ha sido macla. Ahora hay uno para los minutos y otro para los segundos. Este sistema es más delgado que un embrague vertical, que sería difícil de encajar en el corazón del movimiento ”, explicó Salvador Arbona, Director Técnico de Movimientos. Como resultado, la función del cronógrafo tiene poco impacto en la reserva de energía. El Calibre CRMC1 sigue siendo bastante delgado, con solo 6,05 mm de grosor, a pesar de que comprende 425 piezas diferentes. Equipado con contadores de 24 horas y 60 minutos colocados a las 5 en punto y a las 2 en punto respectivamente, demuestra que un cronógrafo no tiene por qué limitarse a cronometrar períodos cortos. Este mecanismo fue íntegramente imaginado, fabricado y ensamblado en Les Breuleux, en los talleres de la marca en Suiza. Su sublime precisión se puede ver a través de su fondo de caja calado, un sello distintivo de la marca Richard Mille.
Este Richard Mille está disponible en cuatro combinaciones diferentes: oro rojo 5N, titanio y cerámica negra o blanca. Cuenta con un movimiento de cuerda automática, con una reserva de marcha de 50 horas independientemente de cuánto se active el cronógrafo. Es un reloj que ofrece una verdadera facilidad de uso, incorporando mecánica pura y un acabado especial a mano, está diseñado para el uso diario.
