Ricardo Guadalupe empezó a trabajar en Hublot en 2004, y desde hace diez años es el CEO mundial de la joven marca suiza de relojes de alta gama.
Hace apenas unos días visitó Buenos Aires para firmar un acuerdo con la AFA, inaugurar una boutique propia en Puerto Madero y presentar un reloj especial en homenaje a la Selección Argentina. Se trata de un reloj smart, con detalles en cerámica celeste y blanca.
Pero antes charló con Newsweek Argentina sobre la evolución de la marca durante la última década: “Ha sido una gran evolución. Por ejemplo antes no teníamos ninguna y hoy en día tenemos 128 boutiques Hublot en el mundo, en solo diez años. Esta de Argentina es la única en América del Sur. Somos una marca que manufacturamos, tenemos nuestros propios elementos, nuestras cajas y, sin ser arrogante, ya somos parte de las cinco o seis marcas de relojería suiza más conocidas del mundo. Veníamos de muy lejos. En 2004 la marca no era para nada conocida, era muy pequeña”.
¿Cuáles fueron los ejes de la estrategia para ese crecimiento?
– Primero, tener un buen producto, que le hable directo a los consumidores. Este fue el modelo Big Bang que ya es un clásico, tiene una fuerte identidad estética. Cuando lo ves sabés que es un Hublot. Esto es importante. Segundo, innovación: hacemos relojes que los demás no hacen. Usamos cerámica, zafiros, caucho. Y tercero, la comunicación, que es muy fuerte. Creamos el mundo Hublot, con el fútbol como eje principal. Somos sponsors de la FIFA y la UEFA, para que la marca aparezca en el cartel del cuarto árbitro cuando muestra cuantos minutos adiciona el árbitro. Es un producto caro y no para todos los hinchas, pero el fútbol nos da mucha visibilidad de marca, todo el mundo ve que hacemos relojes. Otros mundos como el arte, la música y la gastronomía también forman parte del universo Hublot. Generamos muchos eventos en todo el mundo con nuestros embajadores.
Uno de los más famosos fue Diego Maradona.
– El mejor, sin dudas. Único. De chico era su fan. Lo conocí cuando teníamos un evento en Moscú, en Rusia. Y ellos adoran a Maradona. Entonces nos pidieron si podíamos conseguirlo y dijimos “vamos a intentar contactarlo”, y funcionó. Ahí me encontré por primera vez, creo que en 2007. Hicimos un evento solidario donde él tenía que hacer goles a beneficio de la Fundación Gorbachov.
Fue recibido en el Parlamento ruso por Putin y llegó tarde, ¡como siempre! La gente lo esperaba a él en el Parlamento (risas). Hicimos un evento en París, con Pelé, donde fue la última vez que estuvieron los dos juntos.
¿Tiene alguna anécdota con Diego?
– (Sonríe) Tengo una excelente. Un fin de año le pedimos a nuestros embajadores que nos manden un saludo en video para nuestra fiesta, en Suiza. Éramos 300 personas entre empleados, invitados, socios y demás. Todo de gala. Usain Bolt, Mourinho, todos grabaron un video. Pero el de Diego fue espectacular porque emocionó a todo el mundo, hizo una arenga inolvidable. Dijo que para él Hublot era una familia, que tenía la camiseta de la marca puesta para siempre y que la tenía tatuada en su corazón. Todos los demás dijeron las típicas palabras “feliz navidad”, etc. Pero cuando habló él, la gente se puso a llorar. Bien pasional. Ese era Diego. Lo admiro profundamente y le tengo mucho cariño. Viví muchas cosas a su lado y siempre me trató excelente. Antes de volverme a Europa me gustaría visitar su tumba.
¿Qué tiene el reloj de la Selección Argentina?
– Es muy similar al Hublot smart que usarán los árbitros en el mundial. Este reloj especial estará conectado, con todo el calendario del Mundial cargado y se actualiza con cada gol y cada resultado, como para que puedas seguir el torneo en vivo desde donde estés. Lanzaremos también una edición especial en México y otro para Japón. El modelo argentino surgió por un acuerdo con la AFA. El hincha acá es muy apasionado, respiran fútbol. Tienen un buen equipo para el Mundial y a Messi, por supuesto. Creo que será su último mundial así que esperamos que le vaya bien.
¿Cuánto representa este tipo de relojes en su negocio?
– Poco. Es el 1% o 2% de nuestras ventas. Son cantidades muy limitadas. Hicimos 100 piezas para Argentina y 200 para México. Para el especial de Qatar fabricamos 1.000 piezas. Tienen un valor de US$ 6.000 y están apuntados a los fanáticos del fútbol. Nosotros hacemos relojes mecánicos de alta calidad, no inteligentes como los de Apple. Esta tecnología viene de Silicon Valley, no de Suiza. Pero funciona muy bien como marketing, porque se genera mucha comunicación alrededor de la FIFA y el Mundial.