Mientras el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta anunció a partir del lunes la reapertura de la actividad gastronómica al aire libre bajo un estricto protocolo, un bar de Tokio encontró una original solución para sus clientes.
En el lujoso distrito de Ginza, el bar Jazz Lounge En Counter ha instalado pantallas similares a una pecera para ofrecer protección frente a la transmisión del coronavirus, con el fin de atraer a los clientes preocupados por los riesgos de la COVID-19.
El bar reabrió a finales de junio, tras haber cerrado durante varias semanas después de que el gobierno declarara el estado de emergencia nacional en abril. Pero ante el desplome de los ingresos de entre el 70% y el 80% en comparación con los niveles anteriores a la pandemia, el bar decidió redoblar sus esfuerzos para garantizar que los clientes se sientan más seguros.
«Si no tomamos medidas firmes no estaremos respondiendo a las solicitudes de los clientes. Y no nos visitarán porque están preocupados», dijo el gerente Katsutoshi Iwazaki.
Las pantallas acrílicas, cónicas y transparentes cuelgan del techo y rodean la cabeza y los hombros de los clientes, actuando como una barrera entre clientes y también entre los camareros, quienes dijeron que se sentían más protegidos.