Israel y Argentina. Dos destinos que parecerán lejanos, pero que se unen para dar vida a Fayer. Fundado por los emprendedores argentinos Martín Loeb y Alejandro Pitashny, abrió sus puertas en 2017 con una propuesta hasta entonces inédita: la singular combinación de la parrilla nacional con el exotismo de la cocina Israelí.
Fayer significa fuego, un elemento central de su cocina y que sirve de inspiración a la hora de desarrollar el concepto. Un lugar único que ha conseguido encontrar el equilibrio entre las recetas israelíes y los cortes de carne argentina a la parrilla.
Ubicado en la calle Cerviño, ofrece una carta diversa y fácil con muchos sabores nuevos que sorprenden a los paladares más exigentes. Hoy presente en Buenos Aires y Madrid, Fayer se encuentra en plena expansión internacional. Además, recientemente fue votado como uno de los 21 mejores restaurantes de Madrid.
Detrás de este estudiado proyecto se encuentran los empresarios y emprendedores argentinos Martín Loeb y Alejandro Pitashny, fundadores de Food Macro Capital. Juntos han conseguido hacer de Fayer un proyecto con una visión internacional: ya aterrizó en España y busca expandirse eligiendo Europa como destino. Ámsterdam, Berlín, Londres, París, Seúl y Tokyo son algunos de los países donde pretenden desembarcar con su proyecto.
La cocina de Madrid está liderada por el chef Mariano Muñoz, un gran conocedor de las recetas israelíes tradicionales y, como buen argentino, un amante de la parrilla. El resultado es una propuesta diferente, fresca, auténtica y saludable a la que se suman los inconfundibles cortes de carne argentina. Por otra parte, en la Argentina, la cocina la lidera la joven y talentosa chef Franca Ruderman.
Hummus, Falafel con salsa tahina y lebaneh, y el Lajmayin (una masa fina al horno con ternera especiada, tomate y tamarindos) protagonizan el momento de la entrada.
En la parrilla, hay cortes argentinos como el Ojo de bife con chimichurri levantino, la Entraña con salsa criolla y la Molleja ahumada con Ras el hanout. Aunque la gran estrella de la carta Fayer es, sin lugar a dudas, el Pastrón con hueso: un plato icónico preparado con un costillar de novillo curado durante 10 días en una mezcla de sal, azúcar y 13 especias. La pieza está ahumada en frío durante 8 horas y, finalmente, cocinada al vacío a baja temperatura durante 24h.
La carta culmina con una parte dulce, en la que también conviven ambas culturas; desde el Baklawa, un postre representativo de la gastronomía Israelí hecha con láminas de masa filo rellenas con crema pastelera y frutos secos, hasta los clásicos alfajores de dulce de leche y medialunas.
Los locales con cuidada arquitectura y decoración hacen de Fayer el lugar perfecto para disfrutar de una comida de trabajo, una cena en pareja o una reunión de amigos en un entorno alegre y relajado.
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