Su presentación fue por primera vez en el Salón de Ginebra de 2005. Luego recibió un restyling en 2008 y en 2011 lanzaron su segunda generación. En casi 15 años de comercialización se vendieron más de 1.500.000 unidades en todo el mundo.
En su aspecto exterior, el diseño es muy sobrio, presenta algunos cambios estéticos y evoluciones en varios aspectos para parecer más redondeado. Además, creció un poco en dimensiones: 6 centímetros de largo (4,42 metros) y 3 centímetros en la distancia entre ejes (2,72 metros). Y en el interior, la sensación es más especial, porque es mucho más moderno, osado y tecnológico que el exterior. La imagen que impacta a simple vista es la del tablero y la consola en una sola pieza formando una gran pantalla que abarcando casi toda la anchura del panel central.
El confort es una de las fortalezas históricas de todos los modelos de Mercedes Benz, y es el caso de la nueva generación del Clase B. El exclusivo sistema multimedia Mbux (Mercedes Benz User Experience), con pantalla multimedia de 10,25”, utiliza técnicas de inteligencia artificial y permite personalizaciones que se adaptan al usuario. El sistema Parktronic es una ayuda que calcula, mediante sensores, el espacio indicado para estacionar, y gira el volante de manera automática y con gran precisión. Y el Control Crucero Tempomat permite mantener una velocidad ajustada previamente sin tener la necesidad de presionar el pedal del acelerador.
En seguridad, un dato no menor, fueron los excelentes resultados del crash test de alta velocidad que realizó el EuroNCAP con este Clase B, y que avalan su gran comportamiento estructural antes choques severos. Recibió una calificación general de cinco estrellas, con 96% en protección para adultos, 90% en protección infantil y un 78% de protección a peatones. Cuenta con siete airbags de serie: frontales delanteros, laterales, de cortina para ambas plazas y de rodilla para el conductor, además dispone de cinco cinturones inerciales de tres puntos y ganchos ISOFIX para sujeción de sillas de bebé.
Este B200 posee un propulsor naftero de 1.3 litros, con 4 cilindros en línea y 16 válvulas. Este motor desarrolla 163 CV y un torque máximo de 250 Nm. Se completa además con una transmisión automática de 7 velocidades, con doble embrague y levas al volante para utilizarla en modo secuencial. El auto se muestra progresivo, ágil, de buena respuesta, mucho más de lo que podemos esperar de un monovolumen, aunque sin descuidar los consumos que son excelentes.
En conclusión es un auto sólido, de gran respuesta y cumple perfectamente sus funciones familiares y de confiabilidad.
