Por Barbara Gubsch, Senior Business Designer en intive
En el marco de los cambios producidos por la pandemia, muchas industrias incorporaron tecnologías hasta el momento impensadas. Y de esto se trata la tendencia en vestuarios virtuales, ofreciendo a los consumidores nuevas formas de probar productos.
La industria minorista se ha visto afectada por la transformación digital desde hace ya varios años, intentando responder de manera efectiva a las expectativas cada vez mayores de los clientes modernos. Con el Covid-19 perjudicando drásticamente el sector, la necesidad de adoptar nuevos enfoques se vuelve aún más vital. No es de extrañar que las soluciones innovadoras, como los vestidores virtuales, que antes solo usaban unas pocas marcas, ahora tengan la oportunidad de convertirse en una propuesta estándar de la nueva experiencia de compra.
Con consumidores frenando temporalmente las compras en las tiendas físicas, los vestidores virtuales son la herramienta de venta minorista digital más oportuna que se puede encontrar en estos momentos. Según estimaciones, se espera que el mercado mundial de vestidores virtuales alcance los 19.250,4 millones de dólares en 2030 y debido a los cambios inducidos por la pandemia y las prácticas actuales de distanciamiento social, esta cifra podría aumentar aún más.
Siendo un equivalente online de un vestuario en un local, los vestidores virtuales eliminan las fronteras entre las experiencias digitales y físicas, permitiendo a las personas «probarse» ropa, zapatos y cosméticos sin salir de casa. La adopción rápida y eficaz de esta solución puede ser un verdadero cambio de juego para los minoristas, mientras que sus ventajas se extienden tanto a los propietarios de negocios como a sus clientes:
1. En primer lugar, la mejora en la experiencia del usuario es enorme: las compras online se vuelven más atractivas y aumenta la confianza de los clientes.
2. La capacidad de evaluar con precisión el tamaño de los productos pedidos puede reducir drásticamente las tasas de devolución.
3. Si a los consumidores se les ofrece una representación auténtica de sí mismos y ven cómo la ropa se ajusta a su tono de piel, forma de cuerpo, altura, etc., es más probable que compren el producto.
4. Al tener acceso a los datos de los vestuarios virtuales, las marcas pueden recopilar información de comportamiento en tiempo real para tener más datos sobre cómo y qué ofrecer a sus clientes.
5. La planificación del inventario se vuelve mucho más fácil: gracias al análisis de los patrones de compra, los comerciantes pueden comprender mejor qué es exactamente lo que deben tener en stock.
Los beneficios mencionados anteriormente muestran toda la gama de posibilidades: los probadores virtuales son una combinación de inversión financiera, marketing y una gran experiencia de usuario.
Existen diferentes soluciones tecnológicas para vestidores virtuales, lo que brinda a las marcas la oportunidad de elegir la que mejor se adapte a sus necesidades y presupuesto.
Modelos de clientes en 3D: la medición corporal sin contacto es una solución técnica simple para pruebas virtuales. Los compradores pueden ingresar algunas medidas básicas (altura, peso, etc.) en una aplicación de escritorio o móvil, y un avatar virtual en 3D se ajusta para adaptarse a sus dimensiones. A menudo, estos vestidores digitales solo se adaptan a modelos corporales predefinidos.
Escaneo facial y corporal: otras soluciones se basan en escáneres, que usan cámaras web, teléfonos o dispositivos Kinect. Ha sido adoptado con entusiasmo por las empresas de belleza, que animan a sus clientes a maquillarse virtualmente. Los consumidores que prueban un producto online como, por ejemplo, un tono de tintura para el cabello o un par de pestañas postizas, tienen casi tres veces más probabilidades de comprar el artículo.
Realidad aumentada avanzada: estamos hablando aquí de modelos 3D superpuestos o imágenes de ropa que podrían seguir los movimientos del cliente, por lo que parece que el cliente está usando el artículo. Con motores de física avanzados que determinan cómo se estirará o amontonará una tela de ropa cuando se mueva el avatar, la experiencia de los usuarios será aún más cercana a la de un espejo real.
Tecnologías virtuales en tienda: los vestidores “sin contacto” dentro de las tiendas físicas o los llamados espejos inteligentes han avanzado desde hace algún tiempo. Soluciones como éstas, son especialmente atractivas para los clientes que tienen diferentes requisitos especiales, p. Ej. personas con TOC, Asperger, en silla de ruedas, etc.
La exploración de nuevas tendencias, como los vestidores digitales, junto con otras soluciones impulsadas por la tecnología, seguramente cambiará la industria de manera profunda. En una época de importantes desafíos planteados por la crisis de COVID-19, la innovación y la digitalización en el comercio minorista son sinónimos de supervivencia. Las marcas que podrían ofrecer a sus clientes comodidad y una gran experiencia de usuario podrían ganar mucho en el negocio del comercio electrónico.