Nicolás Maduro pidió a seis países de América Latina, entre los que se encuentra Argentina, que retiren a su personal diplomático de Venezuela. La oposición, liderada por María Corina Machado publicó las actas de la votación en las que muestra que ganó las elecciones presidenciales del domingo 28 de julio.
En las calles de Venezuela, los ciudadanos protestan y hasta tiraron estatuas de Hugo Chávez. Según los reportes de la ONG Foro Penal ayer, 29 de julio, hubo 132 detenciones y seis asesinatos, cifras que están en constante actualización.
Ante ese panorama, que cambia segundo a segundo, Newswek Argentina conversó con el analista internacional, Claudio Fantini, para entender la situación y las posibilidades de Maduro en un contexto cada vez más convulsionado.
Al ser consultado sobre Nicolás Maduro y su Gobierno, lo primero que marcó fue: «Yo lo veo muy complicado a Maduro» y explicó: «La demora en mostrar las actas, en mostrar lo que se debe mostrar, para acompañar una proclamación de resultado electoral ya es demasiado grande».
«Entonces, genera la sospecha inexorable de que se trata de ocultar algo«, subrayó porque «cuando una elección se gana y mucho más por esa diferencia, es una diferencia alta, 51% contra 44%, además en una elección totalmente polarizada, es decir, con solamente dos grandes grupos de votos, ya que, los ocho restantes son migajitas que no cuentan, y con voto electrónico, el resultado debió saberse inmediatamente«.
«Sin embargo, se supo recién después de la una de la madrugada», señaló y y recalcó que «eso ya generaba un clima muy difícil, complejo, que le restaba credibilidad a las palabras».
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«El presidente del Consejo Nacional Electoral decía que había ganado Maduro, pero lo decía, no lo probaba», recordó y enfatizó: «No mostraba lo que está obligado a mostrar después de un acto electoral».
«Lógicamente las sospechas crecieron y terminaron generando esta situación en la cual hay dos muertos, en la que ambos bandos están librando sus pulseadas en Caracas y en las demás calles venezolanas», indicó y enfocándose en el plano internacional, advirtió: «Mientras tanto, el mundo se va dividiendo, entre las democracias que le están exigiendo a Maduro no que diga que ganó si no que muestre que ganó. Y eso es lo que todavía no ha hecho».
«Por otro lado, están los regímenes como el de Vladimir Putin en Rusia, el de Xi Jinping en China, el de los Ayatollah iraníes, que van a defender la continuidad de Maduro porque eso les garantiza el posicionamiento geopolítico tan valioso y también geoestratégico de altísimo valor que implica tener un pie en Venezuela como lo tienen esos regímenes», agregó.
«Pero hay dirigencias o gobiernos también, y mucho menos creíbles porque son regímenes autoritarios, como el de Daniel Ortega en Nicaragua, de Diáz Canel en Cuba, el de Corea del Norte, cuyos pronunciamientos a favor de Maduro no dan ninguna señal al mundo de que demuestren que la elección fue limpia«, remarcó y añadió: «Si se quiere, al contrario».
«En esta situación, mientras Maduro más se demore en la presentación de lo que se debe presentar para probar el resultado de una elección, parece como queriendo ocultar un elefante en una caja de fosforos», debido a que, «cada vez la impresión de que hubo un fraude gigántesco es más grande, más inmensa».
«Las poquitas dirigencias que están aplaudiendo a Maduro, felicitándolo y dando por creíble las cifras que dio, incurren en una suerte de terraplanismo político, ya que, es terraplanismo creer que la tierra es plana y es terraplanismo creer que Maduro ganó sin fraude mientras no muestre lo que tiene que mostrar», aseveró y alertó: «La situación es muy tensa y por ende, muy peligrosa».
¿MADURO VA A DEJAR EL PODER?
Respecto a si Maduro va a dejar el poder, con alguna salida, o va a querer seguir al frente cueste lo que cueste, lo primero que Fantini marcó fue que «es difícil dar una respuesta con certeza a esa pregunta, que es la pregunta del millón, la pregunta clave«.
«Si uno se guía por lo ocurrido en el pasado, la respuesta de Maduro a las masivas protestas populares ha sido una represión criminal, que ha dejado centenares de muertos y las cárceles repletas de presos políticos» subrayó y precisó: «Prisiones militares como Ramo Verde repletas de presos políticos, entre ellos, figuras notables de la oposición como Leopoldo López, entre tantos otros».
«Pero, están ocurriendo cosas que muestran que la situación puede ser diferente», sostuvo y desarrolló: «Por ejemplo, la caída, el derribo de las estatuas de Hugo Chávez».
Y aquí compartió: «Yo siempre tengo la impresión de que cuando caen las estatuas, se generan sismos políticos que sacuden los cimientos de los regímenes autoritarios».
«El mundo vio caer las estatuas de Lenin en Rusia, en los demás países que integraban la Unión Soviética y también en los países de Europa Central que eran parte del Pacto de Varsovia y todo eso terminó desapareciendo», puntualizó y enfatizó: «Un sismo que derrumbó el Imperio Soviético».
«El mundo vio caer las estatuas de Saddam Hussein en Irak y era la señal de que ese régimen que ya estaba acabado, ya estaba perdiendo la guerra», sumó.
Por lo tanto, afirmó: «Cuando la gente se atreve a voltear estatuas, que simbolizan regímenes autoritarios, regímenes totalitarios o incluso dictatoriales, es porque ya se les está perdiendo el miedo».
Y recalcó que «hay que animarse a voltear estatuas en los totalitarismos». En este punto, puso el foco en que «en Venezuela hay que animarse a voltear estatuas de Hugo Chávez y ya cayeron tres».
En consecuencia, «es posible que estemos viendo una nueva generación de jóvenes que no estén dispuestos a ceder ante la represión», destacó.
Y aclaró: «Por otro lado, no quiero decir que las dos movilizaciones de la década pasada másivas, que fueron brutalmente reprimidas, cedieron, no, fueron brutalmente reprimidas. Hubo tantos muertos porque persistieron en la calle todo lo que pudieron».
«La otra realidad que podría forzar a Maduro a cambiar de posición es que quede totalmente aislado en la región», manifestó e indicó: «Es decir, que en toda América sea reconocido únicamente por Nicaragua, por Cuba y por el presidente de Bolivia, Luis Arce y por el expresidente, Evo Morales. Eso es muy poco».
«En las ocasiones anteriores que hubo represiones, que llamaban a pedir al régimen que pare porque esas represiones y sus consecuencias drásticas mostraban la criminalidad del régimen, el régimen no le hizo caso a ninguna voz externa de las que le pedían que se dentenga porque todavía tenía el apoyo de Brasil, de México o silencios cómplices que le permitían preservar el poder del modo que lo hacía», detalló.
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«Ahora hay qué ver cómo es el pronunciamento finalmente de Brasil, de Lula, hasta ahora yo no he visto que haya hablado», señaló y agregó: «Está esperando que Celso Amorim regrese de Caracas a Brasil y se reúna en el Palacio del Planalto con el presidente, ahí le trasmitirá su impresión de lo que ocurre en Venezuela y sabremos cuál es la posición de Lula».
«En principio el Gobierno de Brasil, también el Gobierno de Colombia, que encabeza Gustavo Petro y el de México, que encabeza Manuel López Obrador, van a ser tres países clave», aseguró y añadió: «A su vez, es muy importante ver cuál es el pronunciamiento de Claudia Sheinbaum, que es la presidenta electa, si bien todavía no asumió ya es la figura política principal».
«Si son condescendientes con un fraude gigante, si miran para otro lado o si simulan creer que no hubo fraude, lo cual sería incursionar en el terraplanismo político, se va a poner muy tensa la situación», advirtió porque «Maduro se va a sentir avalado para volver a reprimir en las formas en las que lo ha hecho en el pasado».
«Teóricamente no se justifica ninguna demora de estas características, de esta prolongación», sostuvo y recordó que «en ocasiones anteriores, cuando ha ganado verdaderamente la elección, ha mostrado urgente el resultado y los escrutinios para que se viera que lo que decía era cierto».
«No es cuestión de que se haga una elección, y él que tenga el poder salga y diga, ya contamos los votos, gane yó», cuestionó porque «no se trata de lo que digas si no de lo que pruebes».
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«En la elección anterior Maduro había ganado verdaderamente la elección», aseveró y explicó: «Primero porque la oposición decidió abstenerse y no se presentó. La oposición verdadera, se presentaron pseudo opositores como Henri Falcón y otros personajes por el estilo, que sacan cero voto. Por lo tanto, sin oposición al frente, Maduro ganó». Además, «mostró las actas tempranísimo».
«Esta elección fue con voto electrónico por lo que tempranísimo debió salir y mostrar. Si todavía no lo ha hecho, se justifica la sospecha gigántesca y se justifica la impresión de estar viendo a Maduro tratando de esconder un elefante en una caja de fosforos», concluyó.