Por Romina Andreani (*)
Durante décadas, el modelo que rigió el comercio internacional se apoyó en una lógica de eficiencia: producir donde fuera más barato (Asia) y consumir donde hubiera más demanda (USA). Ese equilibrio funcionó hasta ahora y está siendo reemplazado por una nueva lógica que todavía no termina de mostrarse completamente.
El nuevo esquema arancelario de EEUU impactó profundamente en las cadenas de suministro:
• Costos que se disparan (con aranceles de hasta el 104%).
• Redireccionamiento forzado de rutas, proveedores y operaciones.
• Necesidad urgente de reconfigurar la logística global.
• Un entorno de incertidumbre que algunos comparan con los primeros días del COVID-19. Al inicio de esta semana los mercados se cerraron como en pandemia.
Pero este no es solo un momento de crisis. Es un punto de inflexión. Un llamado a construir cadenas de suministro verdaderamente resilientes, con planificación, tecnología, visibilidad y capacidad de adaptación.
Como dijo Jim McCullen, de Century Chain Solutions: “Este momento no se trata solo de logística. Se trata de gestión de riesgos, de planificación estratégica y de cambio estructural”.
Se está escribiendo, en tiempo real, un nuevo capítulo de la economía global. Y quienes estén listos para adaptarse, liderarán su reescritura.
En un «mundo VUCA» -volátil, incierto, complejo y ambiguo-, la resiliencia en las cadenas de suministro ya no es una ventaja competitiva, sino una condición de supervivencia. Las empresas deben estar preparadas para adaptarse rápidamente a disrupciones geopolíticas, tecnológicas y climáticas. Tener supply chains resilientes significa poder responder con agilidad, minimizar el impacto operativo y mantener la continuidad del negocio incluso en los contextos más imprevisibles.
QUÉ ES “UNA SUPPLY CHAIN RESILIENTE”
Es una cadena de suministro que puede anticipar, adaptarse y recuperarse rápidamente ante disrupciones, manteniendo la continuidad operativa y minimizando impactos.
En términos concretos:
• Una empresa de retail, como Inditex (Zara), diversifica su producción entre varios países y mantiene ciclos logísticos cortos, lo que le permite redirigir operaciones rápidamente si una región se ve afectada.
• En la industria farmacéutica, compañías como Pfizer implementan trazabilidad y visibilidad total sobre sus envíos, usando IoT para monitorear temperatura, ubicación y condiciones de transporte en tiempo real, evitando pérdidas millonarias por interrupciones o desvíos.
• Empresas de tecnología, como Apple, rediseñaron su red de proveedores para no depender exclusivamente de China, abriendo fábricas en India y Vietnam ante tensiones geopolíticas.
Todas comparten algo clave:
• Visibilidad integral.
• Proveedores y rutas diversificadas.
• Tecnología para responder en tiempo real.
• Cultura organizacional alineada al cambio.
Una supply chain resiliente no evita los problemas: los anticipa, los gestiona y sigue funcionando. En un mundo VUCA, esto no es opcional. Es esencial.
(*) Inversora ángel. Miembro de diversos boards. Mentora. Facilitadora en la creación de empresas