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Argentina excéntrica
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Argentina excéntrica

Escribir sobre la Argentina constituye siempre para quienes estamos atravesados por ella, una prueba prácticamente insuperable. En este caso, aludiré a tres cuestiones que, a mi juicio, otorgan a este país sus rasgos más singulares.

1- El peronismo que, a diferencia de otras experiencias políticas, desarrolló a lo largo de su despliegue histórico, una máquina hermenéutica incomparable.

Las construcciones narrativas que lo habitan atraviesan toda la contemporaneidad: filosofías de la liberación, teologías revolucionarias, praxis políticas vanguardistas y, por último, un minucioso y arduo trabajo sobre las categorías de lo nacional y popular, que encontró en el kirchnerismo su máxima expresión.

Si existe la posibilidad aún de pensar un proyecto transformador vinculado a la igualdad, la justicia y la participación de las mayorías populares, el saber en reserva de ese proyecto por ahora siempre estará dentro del peronismo y su praxis política.

2- La decisión soberana de Borges, aunque él no la explicitara como tal, de concebir al ejercicio literario de la traducción no sólo equivalente en importancia al original sino que puede, eventualmente, superarla.

Por ello se puede leer el Pierre Menard y sus primeras lecturas del Quijote en inglés como un auténtico proyecto político que desplaza seriamente al eje centro–periferia y nombra a la Argentina como país excéntrico.

La excentricidad podría ser el lugar en donde convergen la incesante construcción narrativa del peronismo y las prácticas literarias que, como las de Piglia, Saer y Puig, asumieron una política de escritura construida de entrada en torno a la pregunta: ¿Cómo escribir después de Borges?

3- La experiencia radical de memoria, verdad y justicia encarnada para siempre por Madres, Abuelas, Hijos, y lograda como en ninguna otra parte del mundo, provocó un nuevo tipo de estudios sobre las distintas modulaciones de la memoria, el testimonio y el olvido.

En esas investigaciones surgió un nuevo lugar de dignidad de la víctima, el pasaje del mártir, que da cuenta de su experiencia atroz al sujeto político que a partir de ese material reinventa la vida y la emancipación. Cabe destacar que, en estas experiencias, como no podía ser de otro modo en Argentina, el Psicoanálisis inauguró otro modo de leer, que llevó a los sobrevivientes y a las militancias afines a construir una nueva conceptualización histórica sobre la dictadura cívico-militar. Fabiana Rousseaux y el centro que dirige -Territorios clínicos de la Memoria- han sido vanguardia en este nuevo paradigma.

La singularidad del peronismo en sus diversas traducciones y la asunción de una literatura post-borgeana, junto a una nueva política de la memoria, constituyen la plataforma privilegiada a la hora de pensar la soberanía en Argentina.

Este anudamiento Peronismo-Borges-Memoria es donde se puede alojar la apuesta Argentina por su emancipación.

(*) Jorge Alemán es psicoanalista y escritor.

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