Por Alejandra Gallo
El modelo de administración libertaria empieza a mostrar ganadores y perdedores en el sector empresarial, y la unidad del sector privado empieza a resquebrajarse.
En términos generales, el sector privado reaccionó con fuerte sintonía a los cambios económicos propuestos por el presidente Javier Milei. Sin embargo, a un año de su gestión asoman matices sectoriales, una suerte de incipiente grieta empresarial que empieza a tomar cuerpo en este flamante 2025.
Hoy, parece reactivarse la vieja disyuntiva entre campo e industria que encendió los debates económicos de los ´90.
A priori, hablamos de un campo más cercano al liberalismo que profesa el gobierno de Milei y de una industria más preocupada por la apertura de las importaciones y el daño que causaría en la producción local. Pero, en paralelo, se producen otros realineamientos dentro del frente sindical, que resultarían tentadores para algunos dirigentes que promueven “un cepo a la motosierra” de Milei, un frente unido más que nada por el espanto y no tanto por el amor.
EL CAMPO
El campo viene reclamándole a diferentes administraciones que es esta actividad la que sostiene las cuentas públicas. Este año el equilibrio fiscal se respaldará en los US$ 10.000 millones que se recaudarán mediante las retenciones al campo. Sin embargo, hay sintonía económica fina de los productores con el actual Gobierno. La Sociedad Rural, que conduce Nicolás Pino, tal vez sea la entidad con mayor sintonía y diálogo fluido con la Casa Rosada. No en vano, el Presidente eligió la jornada de fin de año de sus delegados, directores y el Consejo Federal como escenario para realizar la última visita empresarial de 2024, pocos días antes de cumplir su primer año en el sillón de Rivadavia.
Milei le prometió al campo bajar las rentenciones en el 2025, pero si se dan ciertas condiciones
Allí Milei prometió reducir las retenciones este año si la actividad económica crece. La del mes pasado fue la segunda ocasión en que el Presidente regaló rosas a los oídos de la SRA, ya que lo mismo había ocurrido en la Exposición Ganadera 2024. De todos modos, no todas las entidades que componen la Comisión de Enlace (Federación Agraria, CRA y Coninagro) estarían en la misma frecuencia.
El reacomodamiento de precios de la economía, como ocurrió en todos los sectores, al campo le cambió la ecuación de costos –que subieron mucho en pesos- y eso les impide agrandar sus ganancias.
En efecto, el tipo de cambio, los movimientos en torno al cepo y la presión tributaria dividen aguas dentro de la Comisión de Enlace. Y quienes esperan más celeridad en las decisiones gubernamentales parecieran estar más cerca de los reclamos industriales.
LA INDUSTRIA
En la Unión Industrial, que preside Daniel Funes de Rioja, las visitas de Milei no fueron moneda corriente, ni siquiera en la conferencia fabril de 2024. Hay rencores desde el oficialismo por el claro encolumnamiento en las elecciones y la cercanía Sergio Massa.
También hay cuestiones de fondo: miradas económicas diferentes. Desde la Casa Rosada consideran a la industria como mayoritariamente proteccionista del mercado doméstico. Aunque no sea en todos los rubros exactamente así, apuntan a los mismos de siempre: calzados, textiles, indumentaria, electrodomésticos, y focalizan -al menos por ahora- allí la flexibilidad para comprar en el exterior.
En la UIA tienen un largo listado de cuestiones pendientes con el Gobierno. Por ejemplo, que el 41% de las fábricas tienen saldo a favor en al menos un impuesto mensual (los cuales no se liberan) y que el 20% de los municipios cobran dos o más tasas que se superponen con otras. Es decir, una presión tributaria abusiva. En este punto hay coincidencias con los sectores agropecuarios, aun cuando el enfoque económico general sea opuesto.
Finalmente, los reacomodamientos en la mesa chica de la silenciosa CGT podrían encontrar similares malestares de un lado y otro del mostrador. Sin dudas, será uno de los desafíos 2025 para contener estos ceños fruncidos por parte del Gobierno cuando en febrero se gesten las primeras negociaciones por las paritarias.